La organización opositora, con sede en Londres, informó que "los jóvenes de unos 20 años fueron ejecutados de un disparo en la cabeza. Vestidos de civil, la mayoría tenían las manos atadas a la espalda", basándose en informaciones obtenidas de una amplia red de militantes y médicos en Siria.

Tras encontrar los cadáveres en el río Quweiq, que separa Bustan al Kasr y Ansari, dos barrios en manos de los rebeldes, el capitán de las fuerzas de oposición a Al Assad, Abu Sada, sostuvo que "hasta el momento hemos recuperado 65 cadáveres, alguno de ellos son solo niños. Pero debe haber más de 100, aún quedan muchos dentro del río y estamos tratando de recuperarlos". Y acusó: "Han sido todos ejecutados por el régimen".

Sin embargo, un responsable de los servicios de seguridad del régimen de Al Assad afirmó a la agencia de noticias AFP que se trata de "ciudadanos de Bustan al Kasr, que fueron secuestrados por grupos terroristas después de ser acusados de estar a favor del régimen". "Fueron ejecutados durante la noche del lunes al martes y sus cuerpos fueron lanzados al río", afirmó.

"No sabemos quiénes son porque no llevaban identificación", afirmó uno de los voluntarios mientras ayuda a introducir el cuerpo de un hombre en el interior de un camión. En el vehículo, un corresponsal de la AFP contó 15 cadáveres. "Los llevaremos al hospital de Zarzur para que los familiares vayan a reconocerlos", explicó el capitán Sada.

Por la tarde, Brahimi comparecerá ante el Consejo de Seguridad para informar de sus esfuerzos que, hasta ahora, no lograron poner fin a un conflicto que ya dejó más de 60 mil muertos en cerca de dos años.