"Prometí que si no tenía éxito esta iniciativa renunciaría a mi cargo y esto es lo que acabo de hacer durante mi reunión con el presidente del país", dijo Yabali en una declaración ante la prensa.

El primer ministro tunecino lanzó el 6 de febrero pasado su propuesta de un gobierno de tecnócratas, que incluía la celebración en el menor tiempo posible de elecciones. Fue tras el estallido de una ola de protestas en una decena de ciudades del país norafricano por el asesinato del dirigente político opositor Chukri Bel Aid, ese mismo día.

La oposición tunecina reclamó entonces la dimisión del Ejecutivo, a quien responsabilizó de la violencia política que se extendió por todo el país desde el comienzo de la transición en enero de 2011. Túnez fue la cuna de la "primavera árabe" que terminó con los casi 25 años en el poder del Zine el Abidine Ben Ali.

En ese contexto fue que Yabali propuso la creación de un gobierno tecnócrata, pero no logró siquiera el apoyo de su propio partido, el islamista En Nahda, principal socio de la alianza gubernamental junto a las formaciones laicas Ettakatol y el Congreso para la República, del presidente Marzuki.

En Nahda mostró su rechazo a la iniciativa de Yabali y protagonizó el sábado pasado una masiva manifestación en las calles de la capital de Túnez. Unas 15.000 personas marcharon para defender la formación de un Gobierno de Unidad Nacional y de carácter político. Junto a En Nahda, el Congreso por la República también se posicionó en contra de la iniciativa de Yabali, que sólo contaba con el apoyo del Takatul, el tercer socio de la troika gubernamental, y con el de la plataforma opositora encabezada por Nidá Tunis.

Tras presentar su renuncia, el premier aseguró que el pueblo tunecino se siente "frustrado" ante la clase política y aseguró que era necesario devolverle la confianza en el sistema, al tiempo que destacó que la nueva fase "es un examen para todos los partidos políticos".

En este sentido, Yabali no cerró la puerta a ser designado de nuevo como primer ministro para formar un gobierno y mostró su disposición a formar un equipo de "consenso" pero con condiciones. "Cualquier otra alternativa (a su iniciativa) tiene que ser al servicio del pueblo", dijo antes de poner como condiciones que se fije una fecha clara para las elecciones, que se concluya la redacción de la Constitución y que arranque un diálogo nacional en el que participen todas las fuerzas "sin excepciones".