Con 50 votos a favor y tres abstenciones del bloque de la Coalición Cívica, los diputados porteños habilitaron, en el marco de la sesión ordinaria, a los jóvenes del distrito el derecho de sufragio en los actos electorales, que podrá implementarse desde las elecciones de octubre próximo. De esta manera, la Ciudad de Buenos Aires se sumó a lo contemplado en la ley nacional votada por el Congreso en octubre del 2012, a la cual también adhirieron con sus respectivas normativas otros distritos, como Buenos Aires, Neuquén, Tucumán y San Juan.

"Queremos felicitar a la iniciativa del Gobierno nacional y que el PRO haya podido rever la postura adoptada en octubre en el Congreso", manifestó el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Juan Cabandié. En ese sentido, aseguró que "hoy adecuamos la Ciudad a la ley nacional y estamos dando un paso importante tanto para los jóvenes que sienten la política en sus venas, como para aquellos que si bien no viven apasionadamente la política, tienen intereses cívicos".

Los legisladores porteños pusieron en consideración unos cinco expedientes presentados desde los distintos bloques parlamentarios y que, casi de manera similar, planteaban el voto joven. Si bien existió un consenso entre los legisladores del oficialismo y la oposición para aprobar la ley, en la sesión sobrevoló la sorpresa que existió por el cambio de postura adoptado por el PRO para respaldar la iniciativa cuando a nivel nacional habían optado por no acompañarla.

De hecho, lo que resultó más llamativo fue el apuro del macrismo que los llevó a elaborar un proyecto propio y presentarlo 48 horas antes de la sesión cuando meses atrás rechazaban el tratamiento del tema dentro del Parlamento porteño. La legisladora de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti dijo que se alegraba "porque el PRO haya recapacitado y acompañe el voto joven".

Puntualmente, la ley establece que podrán votar "los/las argentinos nativos/as y por opción, desde los 16 años de edad y los argentinos naturalizados/as desde los 18 años de edad domiciliados/as en la Ciudad y que no se encuentren inhabilitados/as por la normativa electoral vigente". Además, contempla que "la no emisión del voto no implicará sanción al elector perteneciente a ese segmento ahora incorporado al electorado".