La victoria del cirujano Marino, de 58 años, convierte al Partido Democrático (PD) en el gran vencedor de esta cita electoral, un resultado que también respalda al primer ministro Enrico Letta, miembro de la formación y en el gobierno desde abril. La victoria en la lucha por Roma corona el éxito de la izquierda italiana, que en la segunda vuelta de estas elecciones municipales se hizo con 11 alcaldías de ciudades importantes, entre ellas Ancona, Siena, Brescia y Viterbo. En total se votó en 67 municipios.

Estas elecciones municipales que se celebraron en parte del país han sido sobre todo una prueba importante para Letta, que lleva poco tiempo en el cargo. Está al frente de una gran coalición de gobierno en la que su partido se ha unido al de Silvio Berlusconi, el PdL, con el compromiso de realizar reformas y sacar al país de la profunda recesión en la que se encuentra.

Desde el partido conservador que apoya al alcalde romano Gianni Alemanno se reconoció rápidamente la derrota. Alemanno se impuso hace cinco años como hombre de Berlusconi en unos comicios en los que se disputó el cargo con el político de izquierda Francesco Rutelli. "La victoria de Marino es clara", dijo Alemanno, cuyo partido pierde la alcaldía más importante del país. Su derrota se entiende también como un revés para Berlusconi. Entre los perdedores habría que colocar también al Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo, que las elecciones legistivas fue la fuerza más votada.

La participación en las elecciones tan sólo fue del 48,5 por ciento, una cifra extremadamente baja si se compara con otras citas electorales previas en el país. "En Roma ganaron los que no fueron a votar", señalaban hoy medios italinos haciéndose eco del poco interés que los romanos mostraron para elegir al nuevo alcalde. En la capital sólo acudieron a votar el 44,9 por ciento de los censados, cuando hace dos semanas fueron el 52,8 por ciento.