18:20 › SNOWDEN MEDIANTE
La Cancillería del país bolivariano emitió un comunicado en el que pone fin al diálogo iniciado hace un mes y medio en Guatemala, luego de las críticas formuladas a Caracas por Samantha Power, nominada como embajadora de Washington ante la ONU. El miércoles, la futura diplomática aseguró ante el Senado que, de ser ratificada en el cargo, luchará contra la "represión" en Venezuela. "Sus opiniones irrespetuosas han sido hoy avaladas y respaldadas por el Departamento de Estado", denunció el canciller Elías Jaua.
Jaua afirmó que la decisión fue tomada debido a la "a la agenda injerencista planteada" por Power, lejos del acuerdo alcanzado durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el canciller venezolano habían acordado reabrir un diálogo bilateral de alto nivel, en busca de restablecer embajadores, retirados en 2012 tras tensiones políticas.
"Sus opiniones irrespetuosas han sido hoy avaladas y respaldadas por el Departamento de Estado, contradiciendo el tono y el contenido de lo expresado por el secretario de Estado" en Guatemala, resaltó la cancillería.
Las declaraciones de Power, nominada por el presidente estadounidense Barack Obama como embajadora ante la ONU, ya habían sido calificadas el jueves de "infames" por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien exigió una "rectificación inmediata" a Washington. Pero ayer el Departamento de Estado defendió las críticas.
"Cuando se trata de Venezuela, continuaremos expresando nuestro firme apoyo al fortalecimiento de las instituciones democráticas, respeto a la libertad de expresión, protección de la sociedad civil y mejoramiento del diálogo interno", afirmó la portavoz Marie Harf.
Ante esas palabras, Maduro ratificó esta tarde la "política de tolerancia cero frente a las agresiones gringas contra Venezuela. No me voy a aguantar una agresión más, sea verbal, política o diplomática. Ya basta".
Mientras que la carta diplomática de Jaua señala: "Es inaceptable e infundada la preocupación (...), el Gobierno Bolivariano de Venezuela ha demostrado ampliamente que posee un sólido sistema de garantías constitucionales para preservar la práctica y el respeto irrestricto a los derechos humanos".
Detrás de las respuestas diplomáticas, está la aceptación de Venezuela de asilar al excolaborador de la CIA Edward Snowden. Los acercamientos ya se habían enfriado tras la oferta de Venezuela y la advertencia de Estados Unidos sobre las "graves dificultades" que se generarían con el país que recibiera al prófugo informático Snowden.
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