Inicialmente, el jefe de la policía de Bolivia, Alberto Aracena, afirmó en conferencia de prensa que "de acuerdo con la investigación preliminar, al momento se tiene 15 muertos y 50 heridos a raíz de una pelea entre los privados de libertad por una "pugna de poderes". Dijo que algunos de los fallecidos recibieron disparos o fueron calcinados por un incendio provocado por los mismos presos.

Aracena rechazó versiones de la Fiscalía y de la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz que indicaban que el número de muertos podría superar la treintena. De manera escueta, el jefe policial informó que los hechos se originaron cuando a temprana hora de la mañana un grupo de presos irrumpió en otro sector y provocó un incendio de grandes dimensiones provocado por la explosión de garrafas de gas.

La Justicia informó que los detenidos incendiaron algunas zonas del penal, y durante más de media hora la policía no pudo intervenir, hasta que llegaron refuerzos, bomberos y ambulancias para auxiliar a las víctimas. Reporteros desde el lugar de los hechos aseguran haber escuchado disparos y el estallido de un explosivo.