"El presidente no le puede dar órdenes (a los órganos de instrucción del Poder Judicial), puede dar su opinión, pero no puede dar órdenes, ya que él no puede interferir en la labor de los órganos de instrucción", aseguró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.

El gobierno hizo la aclaración ante la lluvia de críticas que le caen por la detención de los tripulantes del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace, a quienes se los acusa por "piratería", un delito que prevé unos 15 años de prisión.

Peskov dijo que Putin ya se manifestó sobre el tema, al señalar que los activistas de la organización ecológica, "por supuesto, no son piratas, pero, de hecho, intentaban asaltar la plataforma" ´Prirazlómnaya´ del gigante energético ruso Gazprom, en el Ártico.

"Cuando nosotros les decimos a ustedes (los periodistas) una y otra vez que él no se entromete y no puede interferir en el trabajo de los órganos de instrucción, ustedes no nos creen", dijo el vocero y añadió que "cuando la evolución de los acontecimientos demuestra que su palabra no puede ser una orden para los órganos de investigación, ustedes (la prensa) dicen que es algo sorprendente".

El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) confirmó ayer que todos los tripulantes del buque capturado en el mar de Bárents el pasado 19 de septiembre y remolcado hasta el puerto de Múrmansk fueron acusados de "piratería" en virtud del artículo 227 del código penal, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi.

Los tripulantes son de Rusia, Estados Unidos, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia. El presidente del Consejo de Derechos Humanos adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, consideró infundadas las acusaciones: "Considero que para ello no existe ni el más mínimo fundamento", afirmó.