Jorge Pachamé, médico de la Maternidad Sardá y miembro del Frente de Recuperación explicó que la "suplencias", en la práctica, representaban cientos de puestos de trabajo concreto, cubiertos por profesionales que brindaban un servicio básico de salud a pesar de estar "precarizados", ya que no cobraban aguinaldo ni percibieron aumentos desde hace tres años.

Según Pachamé, la resolución publicada en el Boletín Oficial el 5 de noviembre "afectará entre 1500 y 2000 profesionales de distintas disciplinas, que verán reducidos sus salarios o directamente quedarán sin trabajo pero, además, los que quedan peor son los pacientes que no tendrán el servicio".

"En el Hospital Álvarez impusieron una reducción de más de 600 horas, que nos fue notificada el mismo 5 de noviembre, y fueron muchos los servicios afectados", advirtió Osvaldo Saleh, médico del área de Cardiología: "En el hospital ya no se pueden hacer más endoscopías de urgencia, ni diálisis; de 14 estudios de cámara gamma que se hacían por día pasamos a 6", agregó. Saleh detalló que la resolución también afectó al área de medicina familiar, demanda espontánea, cardiología e infectología infantil, genética prenatal y ecografía pediátrica y obstétrica, así como la atención en consultorios externos de adultos y adolescentes.

Los profesionales del Programa de Atención Domiciliaria de Urgencias Pediátricas (PADU) comenzaron ayer el primer paro en respuesta a la Resolución 1657. "El programa surgió hace 13 años como una forma de aliviar el servicio de emergencia para que las ambulancias estén destinadas a casos graves y no pierdan tiempo con, por ejemplo, un raspón producto de un golpe o un resfrío", indicó Nadia Tirotta, trabajadora del servicio, que atiende de 8 a 20 (principalmente son llamados por escuelas), y de 20 a 8 (cuando asisten a domicilio), y funciona a través de la línea 136. "Al principio nos avisaron que se iba a reemplazar el salario con un módulo que implicaba una reducción del 40 por ciento de nuestros sueldos, pero hace unos días nos indicaron que además tenían que disminuir un 50 por ciento el personal", denunció la pediatra.

En igual situación se encuentra el PADU Clínico, donde médicos de adultos atienden los casos más leves que, de lo contrario, deberían ser atendidos por una ambulancia del SAME y que representan unos 10.000 casos anuales. "En el Moyano, la resolución implicaba que de las 500 horas de suplencias se pasará a 250, de las cuales 150 eran para la guardia de psiquiatría de SAME", detalló Gabriela Martínez, médica psiquiatra del servicio de admisión del neuropsiaquiátrico, quien agregó que "esta situación para nosotros es insostenible porque lo que en los papeles figura como `suplencia de guardia` son en la práctica cargos fijos que, en algunos casos, sostienen servicios completos".