22:04 › UN CURA AHí
El designado titular de la Sedronar mantuvo un encuentro en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, en lo que fue el primer contacto formal antes de su asunción. El Obispado de Río Gallegos, donde se ejercía su ministerio Juan Carlos Molina, afirmó que el cura no asumirá ese cargo "ni en nombre ni en representación" de la iglesia católica sino "a título personal".
"Mantuve un encuentro con el padre Juan Carlos Molina. Conversamos sobre el trabajo que tenemos por delante", confirmó Capitanich en su cuenta de twitter sobre lo que fue el primer encuentro formal del cura, luego de que el Gobierno anunciara que será el titular del organismo encargado de la lucha contra el narcotráfico, cuya dirección quedó vacante desde la renuncia de Rafael Bielsa en marzo último.
A través de un comunicado, la diócesis patagónica informó que "el padre Juan Carlos Molina enterado de la propuesta de ser designado al frente del Sedronar acudió a su obispo diocesano, monseñor Miguel Ángel D'Annibale y le pidió que le retire las licencias ministeriales para el ejercicio público del ministerio sacerdotal, a fin de poder asumir el cargo que se le ofrecía". Esto significa que "no puede celebrar los sacramentos ni presidir el culto público de la Iglesia" católica.
"El padre Molina, quien continúa perteneciendo a la diócesis de Río Gallegos y mantiene el vínculo con su obispo y su clero, asume esta tarea a título personal, por la larga experiencia que tiene en el campo del trabajo con jóvenes que han caído en el flagelo de la droga, pero no lo hace ni en nombre ni en representación de la Iglesia Católica", indicó.
Molina, indicó el obispado, "está destinado a tiempo completo a cumplir con este servicio en una realidad tan compleja como lo es la drogodependencia en el país".
Por su parte, el titular de la Pastoral Social del Episcopado, Jorge Lozano, destacó que el nombramiento "es una señal de parte del Gobierno de querer afrontar" la problemática del narcotráfico, sostuvo que "era una necesidad imperiosa ocupar ese cargo", pero remarcó que "es una designación que brota del propio Poder Ejecutivo" y no se le ha "pedido sugerencia, ni opinión, ni parecer" a la Iglesia.
Lozano también señaló que no conoce a Molina, aunque destacó que "parece que es un hombre con sensibilidad, que conoce el problema de la calle y sabe qué implica que un chico adicto quiera recuperarse" y remarcó que el párroco "tiene las cualidades de estar cerca del problema".
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