Luego de nueve horas de tensión en el inmueble de la avenida Estado de Israel 4503, donde la Policía Federal había montado un vallado, el presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), Federico Tonarelli, informó que el operativo fue postergado "hasta nuevo aviso".

Los trabajadores volvieron a contar en el lugar con el apoyo de legisladores porteños y diputados nacionales del kirchnerismo y de izquierda, y anunciaron que "gente de la administración central se comprometió" a conseguir otro inmueble para los empleados.

El desalojo, que los trabajadores pretendían resistir "pacíficamente", estaba programado para las 8 y la Policía Metropolitana iba a concretarlo con una orden judicial, que se mantiene firme en los tribunales porteños, pese a la postergación del operativo.

"Le decimos a la Justicia que la manera de resolver esto no es con la Metropolitana, no se soluciona con violencia, se soluciona hablando. No nos queremos quedar eternamente acá, queremos que nos den un tiempo porque gente del gobierno nacional se comprometió para poner Alé Álé en otro lugar", enfatizó el presidente cooperativa, Andrés Toledo.

"Pedimos un tiempo lógico para buscar otro inmueble y trasladar todo esto a otro lugar", aseguró Toledo, quien había advertido que se iban "a quedar sin empleo 40 'laburantes'" si se concretaba el operativo. El presidente de la cooperativo reinvindicó la autogestión del restaurante al indicar que "levantaron el trabajo en más del 100 por ciento", al pasar de "3.500 platos por mes a 8.500".

Los trabajadores de "Alé Alé" conformaron la cooperativa luego de que el Grupo OJA, dueño de una cadena formada por "Don Battaglia", "La Soleada", "Los Chanchitos" y "Mangiatta", intentaran a fines del 2012 cerrar los restaurantes tras presentar quiebra.