"El maestro Abbado se apagó serenamente esta mañana a las 8.30 de la mañana, rodeado de toda su familia", se indicó en un breve comunicado de la familia del músico.

"Fue un músico y una persona extraordinarios. Su amor por la música y su curiosidad insaciable fueron una inspiración y marcaron nuestro quehacer musical desde su primer concierto", saludó la prestigiosa Filarmónica de Berlín. "Estamos orgullosos de contarlo entre nuestros directores", concluyó.

Para su compañero Daniel Barenboim: "Abbado tenía una relación con el espíritu de la música que va más allá de las fronteras del género". El argentino-israelí destacó además su compromiso con los jóvenes: "En este sentido era un pionero, que durante toda su carrera trabajó con músicos jóvenes a los que alentó y alentó."

También su compatriota Riccardo Muti se mostró "profundamente triste" por la pérdida "de un gran músico que durante muchas décadas marcó la historia de la dirección y la interpretación orquestal".

"El mundo de la música ha perdido hoy a uno de los grandes", dijo por su parte el director musical de la Staatsoper de Viena, Franz Welser-Möst. Y los Festivales de Salzburgo sintieron "tener que despedirse de un músico que durante años brindó al público acontecimientos inolvidables."

Abbado murió en Bolonia, donde en 2004 había fundado la Orquesta Mozart, que hace dos semanas interrumpió sus actividades debido a los recortes presupuestarios y los problemas de salud de su director. Y es que la salud del italiano se veía resentida desde comienzos del nuevo siglo, cuando le fue diagnosticado un cáncer de estómago que hizo que le retiraran parte de su aparato digestivo.

Su último concierto lo dirigió en Lucerna el 26 de agosto. Cuatro días más tarde, el presidente italiano Giorgio Napolitano lo nombró senador vitalicio, pero Abbado apenas pudo participar en las sesiones debido a su enfermedad. La muerte de Abbado "me causa personalmente un profundo dolor y emoción, y supone un profundo duelo para Italia y la cultura", señaló Napolitano.