En la audiencia de esta tarde se presentaron sólo dos especialistas: el exfuncionario menemista Alieto Guadagni y el economista e historiador de YPF, Nicolás Gadano; ya que otros cuatro exsecretarios de Energía que habían sido invitados, no concurrieron a pedido de la UCR. Además, representantes de la comunidad Mapuche expresaron su preocupación por el daño ambiental.

Guadagni aseguró que "por el valor de libros, el 51 por ciento del paquete accionario es 3.800 millones de dólares", mientras que el acuerdo analizado por el Senado es por el monto de 5 mil millones.

Además, Guadagni advirtió a los senadores que "lo peor son los pasivos ocultos que no han sido tratados por el Tribunal de Tasación" y puso como ejemplo un juicio, que inició una empresa brasileña, en el que hay un fallo en primera instancia de la Comisión Arbitral de París que obligaría a YPF a pagar 1.038 millones de dólares.

A su turno, Gadano defendió la iniciativa al estimar que "el acuerdo entre partes es positivo" y consideró un buen negocio invertir en YPF porque el valor de la empresa "hacia adelante" será "mucho mas alto". Además, le respondió a Guadagni, al destacar que los pasivos ocultos referidos por el exfuncionario "no son ocultos porque están en el balance" y, en el caso de los juicios, opinó que "son un problema, más que para YPF, para la Argentina".

El presidente del bloque del FPV, Miguel Pichetto, también replicó al exfuncionario menemista al indicar que los mencionados pasivos ambientales "son previos" a la intervención de Repsol y señaló que "el demandado acá es el Estado Nacional", por lo que destacó que "no va a haber nunca nadie que se quede sin reparación económica".

Por su parte, los representantes de la comunidad mapuche presentaron su análisis respecto de la explotación de hidrocarburos. Gabriel Cherqui, representante mapuche de Neuquén, resaltó la contaminación del agua y el daño ambiental que causan las explotaciones no convencionales como la que se desarrollará en el yacimiento Vaca Muerta. En tanto, Martín Velázquez Mariqueo, de la comunidad Winkul Newen, leyó una declaración en la que manifestó que su pueblo está "condenado a muerte" por la contaminación y el daño ambiental causado por la petrolera.