Tras el cierre de los locales electorales, el exministro de Finanzas Ashraf Ghani dijo que miembros de su partido alertaron de un "fraude claro" en algunos centros de votación. Por su parte, el exministro del Exterior y líder de la oposición, Abdullah Abdullah, señaló que integrantes de su partido habían presentado varias denuncias sobre "obstaculizaciones" de las fuerzas de seguridad en algunas regiones a tal punto que "cientos de electores no pudieron votar por falta de boletas".

De acuerdo con estimaciones de la CEI unos siete millones de los 12 millones habilitados a votar llegaron hasta las urnas. Se registraron sólo esporádicos incidentes violentos, muy alejados de la temida oleada de atentados que había anunciado previamente la milicia talibán.

La afluencia fue tan masiva que el horario de apertura de los centros de votación fue prolongado por una hora. En tanto, el presidente estadounidense, Barack Obama, ponderó las elecciones y señaló que son "decisivas para marcar el comienzo de la primera transferencia democrática en la historia" del país.

Los comicios "representan otro hito importante para que los afganos asuman la responsabilidad plena en su país. Es crucial para asegurar el futuro democrático de Afganistán y el apoyo internacional continuo", agregó y aseguró que su país continuará trabajando con el nuevo gobierno "sobre la base del respeto mutuo y la responsabilidad".

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, felicitó al pueblo afgano por acudir a las urnas y señaló que espera que el proceso electoral siga de manera transparente e inclusiva. "Me congratulo porque las elecciones han tenido lugar en el calendario previsto y con un vibrante debate político entre los candidatos, el público y los medios de comunicación", dijo.