A causa de los daños registrados, la empresa advirtió que mañana podría retrasarse el inicio del servicio en las seis líneas del subte. "Esta mañana no fue posible dar inicio al servicio debido a las medidas de fuerza e incidentes intencionales que impidieron la implementación de un diagrama de emergencia, ya que no se pudieron garantizar las condiciones operativas ni de seguridad para los empleados y pasajeros", informó Metrovías.

Según la empresa, "estas acciones, con la clara intención de impedir la prestación del servicio, incluyeron la rotura de semáforos de señales, objetos arrojados a las vías, ocupación de instalaciones y formaciones".

"Sumado a estos graves hechos, la ausencia de personal de supervisión y el bajo nivel de presentismo (por ejemplo en un área clave como tráfico sólo concurrió un 7% de los empleados) también fue un impedimento para cualquier posibilidad de prestar servicio", indicó la empresa.

Sin embargo, Segovia señaló un lock out por parte de la empresa concesionaria en el caso por la ausencia de "jefes y supervisores" de turno que impidieron la salida del servicio.

En ese sentido, el dirigente que representa a los trabajadores de la línea C del subterráneo aseguró que si "el subterráneo no funciona se debe a razones ajenas a los trabajadores, que en forma mayoritaria resolvieron no adherir a esta medida". "La mayoría de los trabajadores del subte decidió no acatar la medida de fuerza. Algunos, como los de la Línea C, decidieron parar, y esa es una decisión que se debe respetar, tanto como la de concurrir a trabajar", completó.

Respecto del accionar del gremio que encabeza Roberto Fernández y que sí adhirió al paro, Segovia señaló que hubo "patotas pagadas por la UTA en las cabeceras. Son gente que no tiene nada que ver con el subterráneo, están contratados para garantizar la realización de paro".