En Slaviansk, ciudad estratégica por constituir un importante nudo ferroviario, los soldados ucranianos llevan a cabo desde hace días una operación militar con blindados, helicópteros y carros de combate. El portal online local slavgorod.com.ua informó que las tropas ucranianas no permitieron la entrada de ambulancias en la ciudad, cuyos accesos mantienen bloqueados.

"Una catástrofe humanitaria se está gestando en las ciudades asediadas. Constatamos ya una penuria de medicamentos y se está comenzando a producir interrupciones de suministros de alimentos", alertó, desde el otro lado de la frontera, el ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

Por su parte, el presidente interino ucraniano, Alexander Turchinov, en declaraciones a la televisión ucraniana, acusó a Rusia: "Hay una guerra en marcha contra nuestro país de parte de la Federación Rusa, tanto en el este como en el sur".

Mientras, el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, estimó que unos 800 separatistas armados mantienen sus posiciones en Slaviansk. "Emplearon armamento pesado, dispararon con armas de gran calibre, están empleando lanzagranadas y tecnología de ese estilo", describió el ministro.

A pesar del fuego adversario, las tropas oficiales consiguieron tomar la torre de televisión de la ciudad, de 125 mil habitantes, que ha vuelto a emitir. Los separatistas prorrusos hicieron sentir su poder de fuego al derribar, cerca de Slaviansk, un helicóptero de combate de las tropas del Gobierno.

"Con grandes esfuerzos pudimos evitar la entrada de los opositores en la ciudad. En nuestras filas hay muchos muertos", citó la agencia Interfax a un portavoz de la autodenominada milicia popular prorrusa.