Según precisó la presidenta, el aumento en la AUH representará un beneficio para más de 3,4 millones de niñas y niños, mientras que la suba en la Asignación por Embarazo repercutirá en más de 82 mil mujeres.

En tanto, las asignaciones familiares de los trabajadores registrados, los porcentajes de incremento varían del 30 al 40 por ciento, de acuerdo con el tramo salarial correspondiente. El primer tramo, que percibe una asignación similar a la AUH, tendrá un alza equivalente, pasando de 460 a 644 pesos, en un beneficio para 1.833.379 menores y 1.025.489 familias. El segundo tramo, pasarán de 320 pesos a 432 pesos. Mientras que en el tercer tramo, el incremento será del 30 por ciento, de 200 a 260 pesos.

"Tenemos que desarrollar y seguir sosteniendo este modelo", insistió la jefa de Estado, por lo que defendió el uso de los recursos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y señaló que el 77,7 por ciento de sus fondos se destinan a los jubilados y pensionados, mientras que otro 10 por ciento se dirige a las pensiones no remunerativas. Además, la presidenta indicó que el 4,5 por ciento de los fondos cubre la AUH.

Respecto del pago y el aumento percibido cada año por los jubilados, Cristina resaltó que los fondos provienen de las actuales alícuotas de IVA y Ganancias, por lo que defendió el pago de esos impuestos. De todas maneras, la mandataria destacó que la otra parte de los ingresos de la Anses llegan mediante el Fondo de Garantía Sustentabilidad y precisó que aumentó un 200 por ciento.

Por eso, la presidenta señaló que las medidas que se anunciaron en cuanto al aumento de la Asignación Universal por Hijo y de las asignaciones familiares han sido posibles "porque se recuperaron los fondos jubilatorios". "Si no, eran solo discursos, promesas o lo que es peor, mentira o hipocresía", sostuvo.

La jefa de Estado también ironizó sobre los "deslizamientos de precios" y pidió a las empresas que aumentan la producción, ya que "sólo un 67 por ciento de la capacidad instalada" está siendo utilizada. En ese sentido, pidió un mayor esfuerzo a la industria alimentaria porque "es la que más impacta en el bolsillo de las clases populares".

En ese sentido, Cristina pidió "que nadie vuelva a creer en la teoría del derrame", utilizada en la década del '90 para fundamentar las teorías de ajuste económico neoliberal y señaló que "en materia de distribución del ingreso no funciona la ley de gravedad, ya que no es cierto eso de que cuando se inyecta capital arriba se derrama hacia abajo".

"Nosotros, con este modelo invertimos la Ley de Gravedad, porque inyectamos dinero en la base social. Cuando un trabajador recibe dinero activa la economía y esto a la larga beneficia a toda la sociedad", señaló.