"Seguramente sabían que Sonia Molina iba a morir, que era muy probable. No tuvieron el valor para darle muerte ellos mismos, (pero) seguramente esperaban que se muriera por mala alimentación", advirtió por la mañana el fiscal bahiense Eduardo Zaratiegui, quien precisó que si bien Heit y Olivera "no tenían intención directa de matar" eran concientes de las consecuencias de sus actos, lo cual configuraba, a su criterio, "un dolo eventual". El representante del Ministerio Público había solicitado 22 años de prisión para "el pastor" y 16 para su esposa.