18:11 › CHINA
El fenómeno de magnitud 6,5 Richter, ocurrido en el suroeste de China, dejó también más de 1800 heridos que aún hoy continuaban siendo rescatados, a pesar de que las persistentes lluvias y réplicas del sismo entorpecen las labores de rescate. Un total de 230 mil personas fueron evacuadas en la región afectada, donde casi 80 mil viviendas resultaron destruidas y otras 124 mil quedaron gravemente dañadas.
El epicentro del terremoto se localizó a 12 kilómetros de profundidad bajo la aldea de Longtousha, en el distrito de Ludian, a 370 kilómetros al noreste de la capital provincial Kunming. Las autoridades alertaron del peligro de réplicas que podrían hacer caer las casas que quedan en pie.
Ludian es una región pobre en la que en algunos pueblos se derrumbaron todos los edificios. Las casas, construidas en muchos casos de barro, no aguantaron el temblor de la tierra. Numerosos pueblos quedaron aislados como consecuencia del sismo, que tuvo cientos de réplicas.
"Las carreteras bloqueadas y los chaparrones aislaron algunos lugares. Los vehículos de emergencia no pueden llegar hasta allí", informó a la agencia Xinhua el jefe del Partido en la ciudad de Zhaotong, Liu Jianhua. Desde Zhaotong se organiza la operación de ayuda. Liu se quejó de que el número de hombres y de equipos no es suficiente.
Miles de rescatistas de todo el país fueron enviados a cumplir misiones en la provincia de Yunan. El primer ministro Li Keqiang visitó la zona afectada. "Tenemos que aprovechar toda oportunidad de salvar a los afectados y mantener tan pequeña como se pueda la cifra de víctimas", declaró Li. Las casas de la región serán registradas una a una en los próximos días, anunció.
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