Galeano fue el supervisor del operativo de seguridad desplegado por la Gendarmería el 30 de julio en el que el comandante de Gendarmería Juan Alberto López Torales simuló ser atropellado por un automovilista que apoyaba el reclamo contra los despidos en la autopartista Lear, y por el cual fue golpeado, detenido y procesado.

Además, Galeano había sido identificado y denunciado por el PTS como un infiltrado de las fuerzas de seguridad en la manifestación que trabajadores y partidos de izquierda realizaron frente a la planta de esa empresa, en General Pacheco.

Para explicar su desvinculación de la fuerza, la secretaría al mando de Sergio Berni informó que "Galeano incumplió con las responsabilidades contenidas en los 'Criterios mínimos sobre actuación de los cuerpos policiales y las fuerzas de seguridad en manifestaciones públicas', documento elaborado con el aporte de organizaciones sociales que fija el marco de actuación de las fuerzas federales".

"El desempeño profesional y eficiente de las fuerzas de seguridad federales es requerimiento indispensable para el cumplimiento de nuestra misión de hacer cesar delitos y contravenciones. Para ello el ministerio de Seguridad capacita permanentemente a las fuerzas y supervisa su desempeño en el territorio con personal propio", remarcó.

Según el comunicado, "la conducta del señor Galeano en episodios recientes contradice los lineamientos ministeriales de prudencia y de profesionalidad en la gestión de la seguridad pública, por lo cual he decidido terminar su contrato", concluyó el texto firmado por Berni.