Las detenciones fueron realizadas por efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) mediante allanamientos en la zona oeste de Rosario, por orden del juez Florentino Malaponte.

Los detenidos son mayores de edad y fueron acusados de ser los autores materiales de la golpiza que el sábado 22 de marzo pasado recibió Moreyra. Los investigadores lograron llegar a ellos tras ser identificados en las filmaciones aportadas por testigos y otras cámaras de seguridad municipales instaladas en ese sector.

El hecho ocurrió cuando Moreyra se movilizaba en una moto junto a otro joven y, según dijeron los vecinos, le arrebató violentamente la cartera a una mujer que cruzaba la calle con su bebé en brazos, ante la mirada de decenas de personas que caminaban por el lugar.

En la huída, uno de los sospechosos escapó corriendo, pero Moreyra cayó de la moto y fue alcanzado por un grupo de vecinos que lo rodearon y lo atacaron a golpes.

Moreyra fue traslado en estado grave al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) donde murió tres días después como consecuencia de los golpes recibidos, especialmente patadas en el cráneo que le produjo pérdida de masa encefálica.

La familia de Moreyra donó los órganos y, desde entonces, inició una serie de marchas para reclamar el esclarecimiento del crimen. Su madre, Lorena Mónica Torres, días después del linchamiento, escribió una sentida carta para dar a conocer quién era David: "(...) empezó a trabajar como albañil y también en una fábrica de calzado con su tío Gastón, a quien quería tanto... David era mi compañero, tomábamos mate juntos y, si salía hasta tarde, me avisaba, o nos llamábamos continuamente. De hecho, ese día fatal estuvo conmigo. Me dio su billetera con lo que había cobrado, y me dijo: 'Poné la pava que ya vengo, y si necesitás algo, sacá'".

En tanto, el acompañante de Moreyra, identificado en la causa como Isaías Ducca, se entregó a la policía el 30 de abril, admitió su participación en el robo, y obtuvo la libertad con "restricciones".