Sileoni describió a la sindicalista como "una gran dirigente, una mujer derecha, honesta y con una trayectoria de coherencia implacable en la defensa de la escuela pública y de los valores democráticos”. Afirmó que Maldonado “estaba pensando siempre en los chicos y en sus compañeros docentes, defendiéndolos de la mejor manera, no sólo en lo salarial sino en todos los aspectos de su rol profesional, demostrando la importancia de los educadores para la vida política de un pueblo y la vida social”.

En tanto, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, expresó que Maldonado "era muy respetada por su coherencia, por su perseverancia y además porque en su paso por Ctera no sólo se preocupó por las condiciones laborales y salariales de los trabajadores docentes sino también por la calidad de la educación". "Fue una dirigente que cooperó permanentemente con una lucha inclaudicacble por una educación de calidad en la Argentina", agregó.

Roberto Baradel, titular del gremio bonaerense SUTEBA, aseguró que Maldonado realizó "un inmenso aporte a la educación pública" y en ese sentido recordó que la dirigente "fue una de las representantes de los docentes de todo el país que intervino en la ley de educación". Asimismo, remarcó que la dirigente gremial tenía "una preocupación permanente por mejorar la situación de la escuela pública" y la describió como una "militante integral, un cuadro intelectual y pedagógico".

"Fue una de las mejores dirigentes que estuvo al frente de esta organización y va a quedar en la memoria de los docentes de todo el país, como Isauro Arancibia, que fue el primer compañero que desapareció en la dictadura militar", añadió Baradel. También recordó que Maldonado "era miembro del Cels (Centro de Estudios Legales y Sociales) y bregó mucho por lo derechos humanos, por los derechos de los niños y por la defensa de la escuela pública".

Por su parte, Eduardo López, titular del sindicato porteño UTE, la recordó como "una defensora de los derechos de los docentes, del derecho social a la educación, la calidad educativa y de los derechos humanos". "Era una maestra, una pedagoga que se ocupaba mucho por los conocimientos y aprendizajes, una trabajadora social que se planteaba la inclusión y la calidad educativa", señaló.

También se acercaron a dar su último adiós el ministro de Economía, Axel Kiciloff; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas; Sandra Rodríguez, viuda del maestro asesinado Carlos Fuentealba; el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda; y Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia. Los restos de la docente y dirigente sindical fueron velados hasta las 15 en la sede de CTERA ubicada en Chile 654, para luego ser trasladados al cementerio de Chacarita.