El 8 de octubre de 2006 el colectivo estudiantil chocó contra un camión en la localidad de Margarita, en el norte de Santa Fe, y por el impacto murieron nueve adolescentes, una docente, el chofer del camión y uno de sus acompañantes. Sin embargo, ahora la Cámara dictó el sobreseimiento del imputado por entender que la causa estaba prescripta. “El chofer tuvo responsabilidad, fue negligente, pero pareciera que para la justicia no murió nadie, nadie manejó mal y los chicos siguen vivos”, dijo Levin, quien agregó: “Declararon la prescripción por errores que ellos mismos cometieron, pero a su vez condenaron civilmente al chofer. Es una farsa”.

La tragedia de Ecos sucedió en la ruta nacional 11, mientras los alumnos regresaban a Buenos Aires tras una visita a la escuelita de El Paraisal, de Chaco, que el colegio apadrinaba desde 1994. El micro que trasladaba a los jóvenes, docentes, y directivos del colegio chocó frontalmente contra un camión manejado por un conductor ebrio.

La causa contra el chofer del micro tuvo varias etapas: el juez Jorge Galbusera lo absolvió y luego la Cámara de Apelaciones revocó el fallo y volvió a primera instancia. El expediente pasó al juez Virgilio Palud, quien dictó una condena contra Oscar Eduardo Atamañuk de tres años de prisión, pero al no haber indagado al imputado la sentencia fue anulada y la causa volvió a foja cero.

Finalmente, Atamañuk fue condenado en julio pasado por la justicia de Reconquista a la pena de dos años y seis meses de prisión, por "homicidio culposo múltiple agravado y lesiones culposas agravadas en concurso ideal". Además, la justicia santafesina lo sancionó con una inhabilitación especial para conducir vehículos por el término de cinco años.

Ahora la Cámara rafaelina sobreseyó a Atamañuk "por haberse operado la extinción de la acción penal por prescripción" en el aspecto penal, aunque confirmó "la sentencia en su faz civil, modificando la distribución de responsabilidades en un 70 por ciento para la (parte) actora y un 30 por ciento para la demandada", e impuso las costas del proceso judicial en iguales porcentajes.

Según el expediente judicial, el camión de la empresa Sarita circulaba en zig-zag a la altura de la localidad santafesina de Margarita porque su conductor, Ángel Soto, quien falleció luego del choque, estaba “altamente alcoholizado”. Sin embargo, según Levin, el chofer del micro podría haber evitado la tragedia. "Cuando vio el camión tendría que haber bajado la velocidad y haberse tirado para el lado derecho. Pero como estaba charlando cuando lo vio encima, lo que hizo fue tirarse para su lado y cubrirse él físicamente. Él no fue el único responsable, pero pudo haber evitado el choque", explicó. También reclamó que las víctimas "puedan descansar en paz" y cargó contra la justicia santafesina: “Vamos a iniciar un proceso de juicio político contra varios jueces. Es notoria su desidia y su irresponsabilidad en la investigación judicial”.

Como consecuencia de la tragedia, el 8 de octubre fue incorporado al calendario escolar como el "Día del estudiante solidario", al tiempo que el músico Luis Alberto Spinetta había sido declarado como “el embajador” de la causa, por la cual abogó en sus recitales vistiendo una remera con la leyenda “Conduciendo a Conciencia”, el movimiento impulsado por los familiares de las víctimas.