"Quiero reconocer mediante este acto público que el mecanismo utilizado (para recaudar fondos para la campaña) fue irregular", admitió Moreira desde la sede de su partido. "Estoy dando la cara, reconociendo mis errores con hombría y pidiendo disculpas públicas", insistió el congresista, un confeso seguidor del fallecido dictador Augusto Pinochet.

El gobierno liderado por la socialista Michelle Bachelet dijo estar "sorprendido" por las palabras de Moreira y pidió a la Justicia investigar los hechos a fondo. "Estas declaraciones dan cuenta del enorme desafío que tenemos de elevar de manera sustantiva los niveles de transparencia y probidad en el financiamiento de toda la actividad política", subrayó el portavoz del gobierno, el ministro Alvaro Elizalde.

El vocero además defendió la necesidad de modificar la actual legislación sobre financiamiento de la política que permite a las empresas hacer donaciones secretas y descontarlas de impuestos. "Como Gobierno hemos presentado un proyecto de ley que da cuenta de esta necesidad", recalcó.

El escándalo, que involucra incluso millonarios aportes ilegales a e candidatos presidenciales de derecha, amenaza con provocar los desafueros de al menos dos senadores opositores: Moreira y la parlamentaria Ena von Baer, también de la Unión Democrática Independiente (UDI).

Su eventual salida ampliaría la mayoría oficialista en el Senado, cámara integrada por 38 bancas, en momentos que el gobierno alista el debate para reformar la Constitución.

Bachelet envió al Congreso el 15 de diciembre al Congreso un proyecto de ley que prohíbe los aportes de las empresas a las campañas políticas. "El proyecto que estamos presentando es parte de una mirada integral y moderna sobre lo que debe ser la política en una democracia", dijo la mandataria al defender la iniciativa.

La Justicia inició meses atrás una amplia investigación por los aportes hechos por el banco de inversiones Penta a varios líderes de la derecha opositora, en especial de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), principal partido opositor.

Los documentos publicados hasta ahora, además de la confesión, revelan que Penta traspasó cientos de miles de dólares a los líderes políticos de la UDI a través de pagos a familiares y asesores. Por ley, hoy todos los aportes a las campañas deben ser contabilizados por el Servicio Electoral, aunque su monto y procedencia puede quedar en secreto para los votantes.