"Creo que existen las condiciones para que se encuentre un punto de acuerdo con las instituciones europeas", afirmó Renzi durante una rueda de prensa conjunta celebrada en Roma con Tsipras. "Ofrezco el máximo apoyo a Tsipras en término de cooperación bilateral y de disponibilidad al diálogo", anunció Renzi.

"Hemos interpretado el resultado de las elecciones griegas como un mensaje de esperanza que proviene de toda una generación que pide atención para ella y para los que han padecido la crisis", recalcó.

"El mundo pide a Europa invertir en el crecimiento y no en la austeridad", reconoció Renzi, quien bromeó con Tsipras sobre su victoria. "Con su llegada dejan de considerarme en Europa como un peligroso izquierdista", comentó divertido el jefe de gobierno italiano. Renzi le regaló a su par griego una corbata, a pesar de que es conocida su promesa de no usar una hasta que no logre sacar a su país de la crisis. "Estamos convencidos de que saldrá de la crisis y cuando esto suceda nos gustaría ver al primer ministro vistiendo una corbata italiana", comentó entre risas de los presentes.

Por su parte, Tsipras aseguró estar "disponible para escuchar las sugerencias de los socios europeos", pero reiteró que "el camino de Grecia se opone a la lógica que los llevó al desastre".

"Se necesita un cambio en Europa, tenemos que buscar cohesión y crecimiento en vez de la política del miedo y la incertidumbre", comentó. "Nuestra generación ha sido blanco de políticas equivocadas, una generación que ha sufrido y ha tenido que emigrar para soñar y vivir con dignidad. Debemos luchar para que tenga un mejor futuro", reiteró el nuevo el joven jefe de gobierno griego.

"Han arruinado a Europa con la austeridad. No queremos una fractura entre el Norte y el Sur", afirmó Tsipras, quien ha dicho que quiere desplazar la discusión "de la austeridad del rigor al crecimiento y la inversión".