La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Córdoba en setiembre de 2013, pero la defensa de Jaime presentó un recurso de casación, que fue rechazado por la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal y ahora otro ante la Corte Suprema.

Jaime fue condenado a seis meses de prisión en suspenso porque el 7 de junio de 2010, durante un allanamiento en la casa de una de sus hijas en Carlos Paz, el exfuncionario intentó llevarse unas tarjetas que decían "Cerro Motos-Ricardo Jaime-Director Ejecutivo", que ya habían sido secuestradas por la Policía.

Para el tribunal, el hecho "no tuvo una planificación previa por parte del imputado sino que se trató de una maniobra burda". Esas tarjetas consignaban, según la investigación, "Ricardo Jaime. Director Gerente. Cerro Motos", empresa en que se desempeñaba como ejecutivo uno de los hijos del ministro de Planificación, Julio De Vido.

Aquel procedimiento se ordenó en el marco de la causa que impulsaba el fiscal Carlos Rívolo contra Jaime por enriquecimiento ilícito. Allí, además del ex secretario de Transporte, también se investigaba a las hijas de Jaime Romina, Julieta y Gimena; su hermano Daniel; su ex esposa Silvia Reyss; la hijas de ésta con otra pareja, Agostina y Lorena Jayo; su ex suegra María Pfaffen y los empresarios Carlos Lluch y Raúl Viola.

En abril del 2014, Jaime fue procesado luego de un peritaje corroborara que el exfuncionario se "enriqueció de manera injustificable", tras comprobar que tenía bienes como casas, autos, un spa, un hotel y un yate -que permanece en Uruguay sin que nadie lo reclame-.

Además, Jaime es uno de los enjuiciados por la tragedia de Once, mientras que también deberá ser sometido a juicio oral por otras causas como dádivas y presunta administración fraudulenta de la línea ferroviaria Belgrano Carga.