"El exagente está jugando a las escondidas en una actitud infantil. Se lo está citando para dar información requerida por la UFI-AMIA, no por su causa de enriquecimiento ilícito. Es una falta de respeto a las víctimas", lamentó Parrilli al sostener que "la única posibilidad" de dar con el paradero del exjefe de Operaciones era iniciar una denuncia penal.

Stiuso ayer se ausentó de la convocatoria hecha por la secretaría de Inteligencia para ofrecer explicaciones sobre una demora de diez años en tareas encomendadas por el exfiscal de la UFI-AMIA Alberto Nisman. Parrilli había revelado la semana pasada que Stiuso y Nisman mantuvieron una extensa comunicación epistolar, entre 2005 y 2013, para concretar el análisis del entrecruzamiento de los llamados internacionales realizados entre 1991 y 1996, con el objetivo de profundizar las hipótesis de investigación sobre el atentado a la AMIA.

Entre las "faltas graves" en incumplimiento del estatuto de Inteligencia cometidas por Stiuso, el titular de la AFI describió que el exagente ofreció domicilio falsos o inexactos en su legajo, que impidieron que las notificaciones sobre la citación de ayer llegaron a destino, incurriendo en otra falta que es la de "estar a disposición del organismo para quienes dejaron de ser parte".

Parrilli también recordó que "al momento de su jubilación y con su rol de responsable jerárquico, no hizo entrega a sus superiores del material en investigación (entre 24 y 30 cds que contienen los llamados internacionales), ni notificó las tareas en curso y en calidad de urgencia" solicitadas por el entonces titular de la UFI-AMIA, de acuerdo a las cartas reveladas la semana pasada.

Respecto de las direcciones falsas, el titular de Inteligencia detalló que el 1 de abril se enviaron notificaciones a las tres direcciones ofrecidas por el exagente en su legajo y describió que una de ellas era un edificio en el que el encargado se negó a dar información sobre los inquilinos y negó conocer a Stiuso. En una segunda dirección, el propietario de la vivienda aseguró desconocer al exespía y agregó que hace diez años vivía en el domicilio; mientras que en una tercera dirección nadie respondió los llamados.

Además, Parrilli señaló que Stiuso ofreció otro domicilio ante otros organismos estatales y uno de ellos coincide con la empresa American Tape, que está siendo investigada por el juez federal Sebastián Casanello como parte de una red de lavado de dinero, encabezada por el exagente. La única notificación de citación que fue respondida fue la que llegó al estudio jurídico del abogado de Stiuso, Santiago Blanco Bermúdez, quien ayer aseguró que su defendido "se encuentra en el exterior".

"La no comparecencia, la presentación de su abogado una hora después de la hora convocada, la presentación de domicilios donde sabe que no vive nadie que pueda dar referencias de él, representan una actitud evasiva y casi prófuga", concluyó el titular de la AFI.