19:21 › 70 AñOS DESPUéS
Un exmiembro de las SS acusado de complicidad en el asesinato de 300 mil personas en el campo de exterminio de Auschwitz pidió perdón a las víctimas y supervivientes al comenzar a ser juzgado en un tribunal de Hannover, Alemania. Oskar Gröning, conocido como "el contable" por administrar el dinero robado a los judíos que llegaban al campo de concentración, podría recibir una condena de entre 3 y 15 años de prisión.
"Pido perdón. Ustedes deberán resolver la cuestión de la culpa penal", el exintegrante de las SS, de 93 años, en la primera jornada del que podría ser uno de los últimos grandes juicios a criminales de guerra nazis.
Ante los jueces de la corte de Luneburgo, Gröning admitió haber tenido conocimiento ya a su llegada al campo de Auschwitz en 1942 de que los judíos estaban siendo asesinados en cámaras de gas. Luego se dirigió a las víctimas y supervivientes, algunos de ellos presentes en el juicio, para asegurarles que se arrepentía de su actuación.
La fiscalía de la ciudad de Hannover acusa a Gröning de haber trabajado en la plataforma ferroviaria a la que llegaban trenes cargados de presos a Auschwitz, contribuyendo con sus tareas al funcionamiento de la maquinaria de exterminio nazi.
Su papel era eliminar el equipaje que dejaban los presos, registrar su contenido, separar el dinero y enviarlo a la central de las SS en Berlín, según la acusación, lo que le valió el apodo de "el contable de Auschwitz" en la prensa.
En su declaración de casi una hora, Gröning describió las imágenes del horror que presenció en Auschwitz. Recordó que en una ocasión oyó cómo se apagaban lentamente los gritos de las víctimas en una cámara de gas. O cómo un miembro de las SS mató a un bebé golpeándolo contra un camión.
Tras este último episodio pidió a sus superiores que lo desplazaran al frente, aseguró, pero le respondieron que no podía dejar el campo. Gröning podría ser condenado a entre tres y 15 años de prisión. La fiscalía limitó la acusación por motivos legales a la llamada "Acción Hungría" ocurrida en 1944: la llegada a Auschwitz de 137 trenes desde Hungría con unas 425 mil personas, de las que al menos 300 mil fueron asesinadas en cámaras de gas.
"El contable de Auschwitz" no está acusado de perpetrar personalmente ningún crimen, pero desde 2011 la Justicia ya no exige pruebas de una implicación directa para iniciar procesos de este tipo: basta con que el acusado haya trabajado en un campo para que se considere que colaboró con los crímenes nazis.
El cambio en la perspectiva legal se produjo con la condena de John Demjanjuk a cinco años de prisión en 2011 por complicidad con más de 28 mil asesinatos en el campo de exterminio de Sobibor. El entonces anciano de 92 años murió en 2012. Desde entonces hubo varios procesos a ex empleados de campos.
Entre los 60 querellantes hay varios supervivientes y familiares de víctimas del tristemente célebre campo de exterminio. Ya los días previos al juicio aseguraron que les importaba menos la condena que el hecho de que se hiciera justicia, por lo que recibieron con alivio la confesión de Gröning.
"Podría haberse escondido en las sombras como otros miles de nazis. Pocos tienen el valor de dar un paso adelante", dijo Eva Kor, superviviente de Auschwitz de 81 años, hablando con algunos periodistas fuera de la corte. "No se puede cambiar el pasado, pero sí asumir la responsabilidad".
El campo de Auschwitz-Birkenau, creado por los nazis en el sur de Polonia tras invadir el país en 1939, está considerado el símbolo mayor y más dramático del Holocausto. Más de un millón de personas fueron asesinadas en sus instalaciones, la mayoría judíos, hasta su liberación por las tropas soviéticas el 27 de enero de 1945.
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