"Queremos llevar tranquilidad a los nietos (apropiados) que esperan ser encontrados, a los familiares que depositaron la sangre en el BNDG y a la población en general”, advirtió Carlotto, quien atribuyó la "campaña de difamación" a la actual directora del BNDG, Belén Rodríguez Cardozo.

Manuel Gonçalves Granada, de la organización Hijos e integrante de la comisión encargada del traslado del BNDG desde el Hospital Durand a la órbita de Ciencia y Tecnología, atribuyó al grupo Clarín el papel de "fogonear" las críticas al traspaso y subrayó que, "si algo queremos cuidar y preservar, es el Banco” de datos genéticos. “No me llama la atención que el grupo Clarín sea el que fogonea esta disputa”, dijo Gonçalves, quien señaló que dicha empresa "ya intentó desacreditar" al BNDG cuando, hace unos años, se procuró establecer si eran o no hijos de desaparecidos los hermanos Noble Herrera, adoptados durante la última dictadura por Ernestina Herrera de Noble, propietaria del Grupo Clarín.

Carlotto recordó la búsqueda iniciada por Abuelas desde 1977, los métodos cada vez más sofisticados destinados a restituir la identidad de los nietos desaparecidos y, desde el retorno de la democracia, la evolución de la legislación hasta llegar a la ley 26.548.

Promulgada en 2010 y reglamentada en 2013, la ley mantuvo la dependencia original del BNDG del Poder Ejecutivo Nacional, pero la transfirió al ámbito de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

El genetista y pediatra Víctor Penchaszadeh, uno de los responsables de ejecutar el traslado del BNDG, a su turno, señaló que, durante la transición en curso, “Rodríguez Cardozo está a cargo (del Banco) y no se suspenden los peritajes”.

Alan Temiño, por su parte, destacó que la ley 26.548 introdujo cambios destinados a "democratizar" el Banco Nacional de Datos Genéticos mediante "concursos abiertos" para ocupar sus principales cargos directivos y, a la vez, mantener "la excelencia" de su cometido original, al que agregó "la docencia y la investigación". Recordó además que el jurado convocado en agosto de 2014 designó a la nueva directora científica, Mariana Herrera -quien sustituirá a Rodríguez Cardozo una vez concluida la transición- y al subdirector científico, Walter Bozzo, pero que aún queda por cubrir el cargo de subdirector administrativo.