El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que representó a la familia de la víctima, denunció que la víctima fue atacada en un pasillo y "recibió patadas y trompadas en todo su cuerpo". La golpiza, según la querella, se produjo delante de otros presos, quienes denunciaron que "un golpe le hundió el globo ocular dentro del cráneo" y que "uno de los agentes saltó con sus dos pies sobre el pecho" de Barros Cisneros.

En su momento el CELS advirtió que los penitenciarios "quisieron instalar que Barrios Cisneros se había suicidado golpeando su cabeza contra una reja, pero la autopsia la desmintió y se estableció que el joven tenía alrededor de 30 golpes solo en la cabeza".

Los condenados fueron Héctor Aníbal Mario, Rodrigo Emidio Chaparro, Gerardo Rodolfo Luna, Miguel Gallego y Juan Liberto, mientras Claudio Keem fue absuelto. César Raúl Benítez permanece prófugo y con pedido de captura, y su colega Víctor Silva se suicidó en 2012 en su celda de la Alcaidía de Avellaneda.

Los jueces solicitaron, además, que se investigue a los jefes de los agentes condenados, por encubrimiento agravado, por tratar de imponer una versión falsa de los hechos.