Valls se refirió en particular a la entrada masiva de peticionarios de asilo en la zona Schengen. "No es posible", sentenció el primer ministro respecto de continuar recibiendo refugiados, aunque evitó criticar directamente la política que defiende la canciller alemana, Angela Merkel.

Sin embargo, las declaraciones —pocas horas antes de una cumbre franco-alemana en el palacio del Elíseo entre la canciller y el presidente francés, Francois Hollande, sobre la necesidad de unirse a lo que desde el 13-N Francia considera una "guerra"— son inequívocas.

El diario conservador francés Le Figaro interpreta su sentido diciendo que el mensaje de Valls es que "tres meses después del éxodo masivo que hizo nacer Angela Merkel, Europa no puede recibir más refugiados".

A juicio del funcionario galo, la respuesta europea a la crisis de los refugiados pasa por mejorar los controles en las fronteras exteriores de la zona Schengen y cooperar con Turquía, Líbano y Jordania, los países fronterizos con Siria.

Valls, señaló que Siria es el mayor emisor de peticionarios de asilo. El país de Medio Oriente está en guerra civil con intervención de yihadistas extranjeros, entre los que los que hay gran cantidad de franceses, desde hace cuatro años.

Sobre la primera cuestión, Valls advierte que el control de las fronteras exteriores es "decisivo" para el futuro de la UE: "Si no lo hacemos, los ciudadanos nos dirán: '¡Basta ya de Europa!'", señaló, en clara referencia al crecimiento de partidos antieuropeístas como el UKIP británico.