La Policía encontró doce bombas de fabricación casera en el domicilio de los dos sospechosos implicados en el tiroteo de San Bernardino, el matrimonio compuesto por Syed Farook y Tashfeen Malik, quienes fueron abatidos tras una espectacular persecusión.

Las autoridades elevaron a 21 el número de heridos y confirmaron que siguen investigando los motivos del ataque, sin que se haya descartado hasta el momento ninguna posibilidad. El director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, pidió "paciencia" con el desarrollo de las indagaciones, ya que hay múltiples víctimas y muchos escenarios en los que se están recogiendo evidencias, y dijo que es "demasiado pronto" como para especular sobre la causa de la masacre. No obstante, indicó que, si se observa el armamento con el que contaban Farook y Malik, así como el plan ejecutado, resulta "obvio" que tenían una misión, pero el FBI todavía no sabe el porqué.

Por su parte, el jefe de Policía de San Bernardino, Jarrod Burguan, informó que el matrimonio abatido por las fuerzas de seguridad "estaba equipado y podía haber continuado haciendo otro ataque". Barguan detalló durante el enfrentamiento con la Policía, los dos sospechosos dispararon hasta 76 ráfagas de munición de fusil, pero descartó que hubiera "una amenaza inmediata" en la región.

Burguan afirmó que se trató de un crimen que tuvo "cierta planificación", mientras que el FBI no descartó que el hecho haya tenido un trasfondo terrorista.

Farook trabajaba desde hacía cinco años para las oficinas de Salud y estaba especializado en los efectos nocivos del medio ambiente. Malik nació en Pakistán y según medios estadounidenses conoció a Farook, de nacionalidad estadounidense, en Arabia Saudí. La pareja contrajo matrimonio hace dos años y tenía una niña de seis meses.