Palmaghini se hizo cargo de la causa, que mañana cumplirá 11 meses de tramitación, ante una serie de planteos de las querellas. La sorpresiva decisión de la jueza implica que será ella la que dirigirá la investigación de ahora en más, pero Fein podrá igualmente presentar un dictamen en el que viene trabajando desde hace meses para expresar qué fue lo que le ocurrió a Nisman.

Mediante una resolución fechada hoy y ya notificada a todas las partes involucradas en la causa, Palmaghini advirtió que lasdiferencias entre las querellas que representan, por un lado, a las hijas de Nisman, y por el otro a la madre y la hermana del fiscal, con la fiscal Fein dilataron los tiempos de la investigación.

En ese sentido, dijo que la propia fiscal Fein dejó asentado por escrito que hasta tanto no se resolviera un pedido de las querellas para que la investigación pasara a la Justicia federal, correspondía interrumpir todas las medidas pendientes, entre ellas las declaraciones testimoniales de ex colaboradores de Nisman y de ex agentes de inteligencia.

Al reasumir la investigación, Palmaghini dispuso rápidamente una batería de medidas de prueba, que incluyen la ampliación de la declaración testimonial de Stiuso, para lo cual resolvió cursar notificaciones a todas las fuerzas de seguridad locales para que le informen dónde está.

Ordenó también medidas para evaluar el desempeño de los custodios que tenía asignados el fiscal Nisman y nuevos análisis tecnológicos sobre computadoras que nunca habían sido revisadas, abrir un dispositivos del tipo agenda electrónica que está cifrado con una clave de seguridad, citar a una decena de testigos (entre declaraciones nuevas y ampliaciones) y peritajes planimétricos de Le Parc.

La jueza postergó para las próximas semanas la resolución sobre el planteo de “incompetencia” de las querellas para que la causa pase al fuero federal, y la supeditó a la “certificación” del expediente en el que el juez federal Daniel Rafecas archivó la denuncia de Nisman contra el anterior gobierno por presunto “encubrimiento” de los iraníes acusados por la voladura de la AMIA.