Durante una velada en el Kremlin, Vladimir Putin destacó la coordinación de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas rusas en la campaña de bombardeos en Siria, en especial contra el grupo Estado Islámico, y señaló que "los terroristas declararon abiertamente la guerra a la civilización, a toda la comunidad mundial".

"Sus acciones y planes representan una amenaza directa también para nuestro país", recalcó y recordó que mañana se cumple el 95 aniversario de la fundación del Servicio de Espionaje Exterior, cuya misión -dijo- es detectar las amenazas exteriores.

"No empleamos allí (en Siria) todo lo que tenemos. Contamos con medios adicionales. Si es necesario los utilizaremos", dijo Putin y añadió: "Es muy importante detectar rápidamente la amenazas exteriores a la seguridad de Rusia, proporcionar información analítica exhaustiva e informar oportunamente sobre la marcha y el posible desarrollo de los conflictos regionales".

Además, el presidente ruso alabó la labor del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), que permitió este año "frustrar más de 30 delitos de terrorismo". Putin, antiguo agente del KGB soviético y ex director del Servicio FSB, resaltó la importancia de la labor de las agencias de contraespionaje ante el incremento de las actividades de servicios de inteligencia extranjeros en el país.