Un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, de vínculos comprobados con el Estado Islámico, adjudicó el grupo yihadista la autoría de la matanza en el club gay Pulse Nigth de Orlando. Pese a que no se trata de un comunicado oficial, la agencia suele adelantarse a los anuncios formales del grupo extremista.

Horas después del ataque, el FBI comenzó a direccionar la investigación sobre la masacre hacia la motivación religiosa por sobre la línea de investigación que evaluaba un ataque homofóbico. Según la agencia de seguridad federal, el atacante Omar Mateen había llamado por teléfono al 911 antes de iniciar el tiroteo y juró lealtad "al líder del Estado Islámico".

En el llamado, Mateen mencionó a los dos jóvenes que pusieron una bomba en la recta final del maratón de Boston en 2013 y al primer miliciano estadounidense que se inmoló en Siria, Moner Mohammad Abusalha, un ciudadano oriundo de Florida.

Además, el agente especial del FBI, Ron Hopper, dijo a la prensa que Mateen había sido objeto de dos investigaciones por parte del FBI entre 2013 y 2014. Según Hopper, el atacante fue investigado en 2013 por comentarios que hizo a favor del EI en las redes sociales, y en 2014 por la presunción de que quería cometer un ataque suicida, una sospecha que el FBI concluyó que se basaba en información "no concluyente".

Pese a la conmoción reinante en Estados Unidos, no es la primera vez que un presunto lobo solitario, como se conocen a los atacantes locales con objetivos políticos pero sin vinculación a ningún grupo o movimiento político, mata en territorio norteamericano inspirado en la lucha islamista del EI.

En diciembre pasado, el EI reivindicó como "seguidores" a la pareja de atacantes que masacró a 14 personas en un festejo de fin de año de una oficina pública en San Bernardino, en el sur de California.