El presidente ruso anunció que reformará la capacidad de defensa de sus fuerzas de combate ante el aumento de las actividades de la Organización del Tratado del Atlántico Norte desde que estacionó de forma permanente soldados en Polonia, Letonia, Estonia y Lituania, desde la anexión de la península de Crimea a la Federación Rusa, hace dos años.

A través de un comunicado del Kremlin, Vladimir Putin sostuvo que no ve ninguna disposición por parte de la Alianza en buscar soluciones conjuntas a los problemas de seguridad. "Al contrario, la OTAN intensifica su agresiva retórica y sus actuaciones agresivas cerca de nuestras fronteras", añadió y dejó claro -aunque sin entrar en detalles- que Rusia debe prepararse para ello.

La alianza atlántica planea también reforzar su flanco oriental durante una cumbre que se celebrará el 8 y 9 de julio en Polonia, en la que debatirá el despliegue de batallones en ese país y los Estados bálticos, lo que Moscú ve como una amenaza. Considera que Rusia podría conquistar los Estados bálticos antes de que sus aliados llegaran a defenderlos, según dijo el comandante estadounidense Ben Hodges.

Por otro lado, Rusia sólo quiere volver a reunirse en el llamado Consejo OTAN-Rusia después de esa cumbre que se celebrará en Polonia, según dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en declaraciones a la agencia Interfax. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había manifestado su esperanza en el que el consejo se reuniera antes de la cumbre.