El presidente Mauricio Macri brindó una entrevista a los medios argentinos que lo acompañan en su gira europea, en el que se refirió a las negociaciones entre la Argentina y el Mercosur con la Unión Europea para lograr un tratado de libre comercio.

Consultado por los periodistas sobre qué cederá a cambio la Argentina al pedir flexibilidad para las exportaciones agropecuarias, el mandatario sostuvo que “el planteo claramente es: ellos tienen serias ventajas en todo lo que es el aparato industrial, fabricación de bienes y servicios. Nosotros tenemos ventajas en el sector agrícola. Entonces todo tiene que estar sobre la mesa para buscar balances y equilibrios”.

“¿Esto significa para la Argentina más exportaciones agrícolas y más importaciones de productos industriales?”, le preguntaron, ante lo que respondió que “ése es un resultado que se verá” y estimó que la negociación llevará “casi una década”.

Sin embargo, admitió que los términos del intercambio podrían ser esos, devolviendo al país a su viejo rol de exportador agrícola e importador de bienes industriales. “Eso es lo que naturalmente cada región tiene como fortaleza, después en cada lugar se ve sector por sector. En líneas generales es lo que se ve como ventaja comparativa de una región y la otra”, reconoció en la entrevista publicada por los diarios Clarín y La Nación.

“La mejor manera de consolidar la Unión Europea, la relación entre bloques, el intercambio, es avanzar en esta oportunidad que tenemos que es culturalmente tan cercana, ¿no? Porque finalmente América Latina principalmente deviene de un vínculo con Europa”, analizó Macri.

El Presidente también se refirió a la llegada del prometido segundo semestre y suavizó sus buenos augurios: “ Lo que prometí es que en el segundo semestre íbamos a bajar drásticamente la inflación, que se iba a sentir el avance de la obra pública y que iban a empezar a llegar inversiones, pero no es algo que llega automáticamente”, manifestó.

Macri dijo además que espera que por el blanqueo de capitales ingrese al país una cifra superior a los 25.000 millones de dólares, lo que según analizó permitiría financiar una “gradual reducción de inflación”.” Y eso nos va a permitir que el sector privado por primera vez tenga acceso a crédito de largo plazo y a tasas sumamente bajas”, completó.

“Si cuando termino mi presidencia no bajé la pobreza, habré fracasado, más allá de las cosas que hayamos obtenido. Todo lo demás serían excusas. Y la pobreza medida en forma independiente”, concluyó el mandatario.