La Cámara Federal de Casación dejó firme el sobreseimiento de Eduardo Riggi, camarista de ese tribunal, en una causa donde se investiga un supuesto ofrecimiento de sobornos que habría recibido durante la investigación por el asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.

La decisión fue de los camaristas Juan Carlos Gemignani y Mariano Borinsky. Rechazaron un recurso de queja de la mamá de Ferreyra, Beatriz Rial, quien pretendía que el máximo tribunal penal del país revise el sobreseimiento dictado a favor de Riggi por la instancia inferior, la sala I de la Cámara Federal.

El 16 de mayo pasado, ese tribunal de apelaciones confirmó el sobreseimiento a Riggi, algo que ahora quedó firme porque los jueces de Casación entendieron que no es un tema a revisar y que no se propusieron nuevas "medidas de prueba pendientes a realizar" que puedan ser relevantes para el caso.

En minoría y a favor de revisar el sobreseimiento votó el camarista Gustavo Hornos, quien sostuvo que "desde una perspectiva realista, superadora de la formalidad, y con cierta empatía judicial, es evidente que la decisión a tomar en casos como el presente produce una importante expectativa en la comunidad jurídica y en la sociedad toda". También aludió al cumplimiento de pactos internacionales y a la necesidad de actuar con transparencia.

Riggi estaba imputado y tenía un pedido de citación a declaración indagatoria en la causa que investigó si hubo un ofrecimiento de sobornos para liberar al ex titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, durante la investigación del crimen de Ferreyra, baleado el 20 de octubre de 2010. Pedraza fue condenado como instigador del asesinato, en un juicio oral.

La causa se abrió a raíz de escuchas telefónicas en base a las cuales se acusó un abogado y ex secretario de Casación Octavio Aráoz de Lamadrid y a un ex agente de inteligencia Juan José Riquelme de organizar el pago de un soborno a Riggi en Casación para influir en las decisiones sobre excarcelaciones en la causa. Por el hecho sí están procesados Aráoz de Lamadrid, Riquelme, Pedraza y el ex contador de la Unión Ferroviaria, Angel Stafforini.