El actor argentino se convirtió en el primer latinoamericano en alzarse con la Copa Volpi al "Mejor actor" por su papel en el film de Mariano Cohn y Gastón Duprat, donde interpreta a un ficticio premio Nobel de Literatura que vive en Barcelona y que, 40 años después, decide regresar a su pueblo natal en la Argentina.

"Qué emoción", dijo Oscar Martínez al recibir el premio. "Muchísimas gracias al jurado y muchísimas gracias a la Mostra por el honor de este reconocimiento". Dijo que el galador es de "valor inconmensurable, no sólo por el prestigio de la mostra sino porque, en este país, gracias a una constelación mágica de creadores geniales, se produjo sin duda el mejor cine del siglo XX".

Es la primera vez que en el más veterano de los festivales de cine se distingue la interpretación de un actor latinoamericano. Este prestigioso premio lo alzaron en su día intérpretes de la talla de Burt Lancaster, Jack Lemmon, Sean Penn o el español Javier Bardem en dos ocasiones.

En esta edición, el Festival de Venecia abrió una importante vitrina al cine que se hace en Latinoamérica incluyendo a concurso cuatro películas firmadas por directores latinos. En algunos casos, como el del chileno Christopher Murray ("El cristo ciego") se trata de un debutante, pero tanto su compatriota Pablo Larraín ("Jackie"), como el mexicano Amat Escalante ya conocen la faceta más gratificante de los grandes festivales: los premios.

Debutantes en este circuito son también Cohn y Duprat, que concurren por primera vez en un certamen de esta categoría y a los que la próxima semana se les verá en el Festival de San Sebastián con trabajo totalmente diferente: "Todo sobre el asado".