El Tribunal de Justicia de San Pablo suspendió una sentencia de un juez de primera instancia que prohibía a la policía de ese estado usar balas de goma para reprimir manifestaciones y restringía el uso de otras armas no letales, como los gases lacrimógenos.

La decisión del tribunal de segunda instancia también dejó sin efectos la multa por 8 millones de reales que el juez le había impuesto a la Gobernación paulista como indemnización por daños colectivos producto de la violencia excesiva de la policía.

Las medidas ahora suspendidas habían sido tomadas en octubre pasado por el juez décimo de Hacienda Pública de Sao Paulo, Valentino de Andrade, en un proceso abierto por el Ministerio Público para intentar reducir la violencia con que la policía usualmente reprime manifestaciones en ese estado brasileño, el más poblado del país.

El proceso fue impulsado tras las denuncias de violencia policial en las multitudinarias manifestaciones que se registraron en 2013 y puntualmente por casos de personas que perdieron un ojo o sufrieron graves heridas tras ser impactados por balas de goma.

Además de prohibir que los policías utilicen las balas de goma para reprimir o dispersar manifestaciones, el magistrado de primera instancia también había restringido el uso de otras armas no letales, como gases lacrimógenos o bastones extensibles, a situaciones "excepcionales" como en el caso en que "la manifestación pierda totalmente su carácter pacífico".

El Ministerio Público anunció que presentará un recurso ante el tribunal por considerar que esta decisión le da vía libre a la policía para actuar de forma indiscriminada contra los manifestantes. La resolución, además, se da en un momento de protestas crecientes ante las medidas de ajuste impulsadas por el nuevo presidente Michel Temer, surgido tras el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff.