Paula Marconi, secretaria general de la Asociación de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Empresas Aerocomerciales (Atcpea), contó a Página/12 los motivos del conflicto. “Esto arranca en marzo, y no hubo respuesta aun. Lo que pedimos es un pliego de reclamos en el que figura la recomposición salarial, no se pagan adicionales y ofrecen un aumento con un bono que es irrisorio”. Aseguró que “hace nueve meses que están jugando al desgaste”.
Además del reclamo salarial hay otros puntos: “La dotación mínima debe ser de 5 tripulantes, y hay aviones que despegan con 4. Además está el horario de abordaje de la comida. Se hace muy cerca de los horarios de vuelo y provoca retrasos en el servicio. Tampoco se están respetando el tiempo máximo de servicio ni la contabilidad de viáticos”.
Para Marconi hay una directa relación entre esta situación y el anuncio de la empresa (resultado de la fusión en mayo de la chilena LAN y la brasileña TAM) de operar vuelos “low cost”, esto es, implementar un servicio de vuelos baratos a partir de 2017. “El servicio nuevo que anunciaron implica un abaratamiento de los costos. Eso va en consonancia con el desinterés por el servicio actual, desatendiendo a los trabajadores y a los pasajeros”.
Según la sindicalista, “estamos en una encrucijada, porque no hay respuesta de la empresa e ir al paro afecta el bolsillo de los trabajadores, que cobran por horas de servicio; pero seguir esperando se vuelve insostenible”.