18:07 › HAITí
Martín Landi, encargado del Centro de Tabulación de las elecciones de la misión de paz en Haití, rechazó las denuncias de un posible fraude electoral, señaló las dificultades para que René Preval alcance el 50 por ciento de los votos, y remarcó el caracter masivo y pacífico del reclamo popular, un día después de las manifestaciones populares en las que un joven resultó muerto por Cascos Azules. Landi señaló que un acuerdo político entre los candidatos más votados, o la no contabilización de los votos en blanco, podrían llevar a Preval a la presidencia y descomprimir la complicada situación social.
"La denuncia fue una especie de ajuste de cuentas interno del Consejo Electoral Provisorio (CEP), algo infundado porque es la primera elección en la que se conservan las boletas y urnas, se permite un reconteo y hay una tabulación central transparente guardando todo el material para una posible auditoría", explicó Landi en diálogo telefónico con Télam desde Puerto Príncipe.
"En otras elecciones, el material se perdió en la primera noche y el resultado apareció de tabulaciones en 142 oficinas electorales del país luego centralizadas en Puerto Príncipe", agregó el técnico argentino que cumple funciones en la ONU.
El CEP al que asesora la ONU, está conformado por nueve consejeros miembros de partidos políticos, sociedades civiles e iglesias y hay un director general con capacidad de decisión ejecutiva.
Dos de esos miembros, Patrick Fequiere y Pierre Richard Duchemin, denunciaron el último domingo una maniobra para forzar una segunda vuelta, ya que escrutada la casi totalidad de los votos Preval sólo alcanza el 48,7 por ciento de los mismos. Y aunque la diferencia con Manigat es abismal (11,84), no llega al 50 por ciento exigido por la Constitución.
Esta denuncia generó ayer una masiva movilización de adherentes de Preval exigiendo que se lo reconozca como nuevo Presidente y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que provocaron la muerte de un joven.
"La muerte de esa persona fue un hecho aislado porque la movilización fue absolutamente pacífica, más que nada para marcar presencia y dejar en claro que no quieren votar en segunda vuelta", explicó Landi al relatar también que esta mañana la gente continuaba en las calles de la capital haitiana.
"Según nuestros cálculos y proyecciones -agregó el técnico argentino- es muy difícil que Preval pueda llegar al 50 por ciento de los votos, pero ahí entraríamos en otro escenario que es el de la negociación política y no el de los números".
En este punto, por el momento existen sólo dos caminos que están explorando los embajadores y representantes de la ONU: un acuerdo político entre Manigal y Preval para que el primero desista de participar en una segunda vuelta o no tener en cuenta los votos en blanco para que el ganador alcance el 50 por ciento.
"Si no se contabilizan los votos en blanco Preval llegaría al 51 por ciento aproximadamente, pero eso sería cambiar la Ley Electoral y no parece conveniente ya que podría verse como hecho para favorecer a un candidato por sobre otro", explicó Landi.
Sin embargo, como el propio funcionario argentino admitió, el problema en Haití dejó ya de ser técnico y pasó a ser político con muchos otros factores a tener en consideración, como por ejemplo el tema de la seguridad.
"Hasta el momento, la protesta social no está anarquizada. Es simplemente un acto de presencia en las calles para decir 'acá estamos y no vamos a votar otra vez', pero también es una advertencia para encontrar una rápida salida política", afirmó Landi.
Poco antes del mediodía argentino, embajadores y representantes de la ONU en Haití, con el chileno Juan Gabriel Valdez a la cabeza, se encontaban reunidos con Preval y esperaban hacer lo propio con Manigal.
Fuente: Télam-SNI
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