Mié 22.02.2006

17:25  › MOVILIZACIóN EN FRANCIA POR EL CRIMEN DE UN JOVEN JUDIO

Todos somos judíos franceses

Diversas asociaciones de lucha contra el racismo y la comunidad judía francesa alzaron su voz con más fuerza tras el asesinato de un joven judío, torturado hasta morir por un banda cuyo líder podría haberse refugiado en Costa de Marfil y sigue siendo buscado por la policía.

En total 12 personas fueron inculpadas por este asesinato, cuya motivación antisemita fue evocada por la justicia y confirmada por el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy. Ilan Halimi, de 23 años, era vendedor de una tienda de teléfonos celulares de París y fue encontrado agonizante, desnudo, esposado y con señales de quemaduras y golpes en una estación de tren de las afueras de París el día 13 de febrero.

El joven, que falleció antes de llegar al hospital, había desaparecido el 21 de enero tras reunirse con una mujer que había usado sus encantos para lograr una cita con él. El líder del grupo que cometió el secuestro y asesinato y se hacía llamar "banda de los bárbaros", sería Yussuf Fofana, objeto de una comisión rogatoria internacional, que se encontraría en este momento en Costa de Marfil, hasta donde se han desplazado dos investigadores franceses.

El sospechoso, de 25 años, tiene antecedentes penales y es considerado como muy peligroso. El Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) convocó una manifestación el domingo en París a la que asistirán por primera vez en mucho tiempo juntas asociaciones judías y anti-racistas.

Al igual que hizo el presidente François Mitterrand en 1990, estas asociaciones pidieron al mandatario Jacques Chirac que se una a esta marcha silenciosa.

Chirac, que sí acudirá a una ceremonia religiosa el jueves en una sinagoga parisina, garantizó a la familia de la víctima que las circunstancias del crimen serían aclaradas para saber si se trató de un acto antisemita. Para sus allegados, Ilan murió por ser judío, ya que en los mensajes enviados por los secuestradores pidiendo un rescate se hizo referencia a su pertenencia a esta religión y además, la banda les dijo en varias ocasiones que pidieran el dinero en "las sinagogas".

Durante los días que siguieron al secuestro, la familia recibió por Internet y teléfono varios mensajes en los que se pedía un rescate de 450.000 euros, que después bajó hasta 200.000. Los secuestradores anularon varias citas para proceder a la entrega del dinero y finalmente el contacto con ellos se perdió.

Fuente: AFP

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