El texto que está circulando entre los vecinos de Parque Lezama, los habitués del bar y miembros de la comunidad artística porteña, sostiene que "para el 31 de Marzo próximo está anunciado el desalojo del histórico Bar Británico. Así como en los últimos 45 años, los fundadores y actuales socios del bar quisieron renovar una vez más el contrato de alquiler y se encontraron con la negativa del propietario, simplemente tiene un mejor postor."

"Este hecho forma parte de un fenómeno más amplio. El avance de la industria del turismo en los últimos años sobre Buenos Aires y en particular sobre San Telmo, transforma a los espacios públicos en potenciales negocios y a los usos y costumbres en bienes comercializables y en poses vacías “for-export”. Un proceso que tiene como único criterio al lucro, y que subordina a él las necesidades y deseos de los que habitamos la ciudad", agrega la convocatoria electrónica.

La carta señala que "el Británico es un punto fundamental en el mapa cultural y social de Buenos Aires, y eso es así porque no se limita a ser solamente un comercio. Así como el Parque Lezama, el Británico está abierto como un verdadero espacio público las 24 horas y los 365 días del año a los vecinos de San Telmo, La Boca y Barracas y a la gran cantidad de personas que habitualmente visitan la zona".

Este nuevo movimiento vecinal reclama el rescate y la preservación de un lugar porteño por excelencia, donde las discusiones, las polémicas, los proyectos y los chistes, circulan por las mesas junto con los cafés, las cervezas y los platitos de maní.

El Británico es un espacio con personalidad e historia que se niega a morir ante el avance de los ambientes normalizados de los "no lugares".

"Esta situación ha sido reconocida por las instituciones: el Británico figura junto a otros bares “Notables” en publicaciones oficiales del gobierno de la ciudad. Esperamos que en esta hora decisiva, reciba la atención que merece al estar en peligro nuestro patrimonio cultural e histórico vivo", reclaman los clientes del añejo bar.

Los vecinos y amigos del bar se están dando cita en sus mesas a discutir la mejor manera de defender y ampliar la diversidad, la calidad y el patrimonio urbanos.

Informe: J.L. Meirás