El gobierno nacional rescindió hoy unilateralmente el contrato de concesión con Aguas Argentinas y reestatizó el servicio.

El presidente Néstor Kirchner se aprestaba a firmar un decreto para crear una nueva empresa estatal que se llamará Aguas y Saneamiento Argentina Sociedad Anónima.

El anuncio fue hecho por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien resaltó que la rescisión se produjo "por culpa del concesionario".

Directamente el funcionario acusó a la empresa de poner en "peligro potencial" a la salud de la población al distribuir aguas con niveles de nitrato superiores a los permitidos.

De Vido acusó también a Aguas Argentinas de no haber cumplido con el plan de obras comprometido para la expansión y mejora de servicio en el área de concesión, que abarca la Capital Federal y 17 partidos del conurbano bonaerense.

La decisión del gobierno se adopta luego de casi tres años de un arduo y ahora frustrado proceso de renegociación del contrato entre las partes.

El año pasado, la empresa francesa Suez, accionista mayoritario de Aguas Argentinas anunció públicamente su decisión de retirarse de la empresa, aunque aún no lo había concretado, lo cual llevó al Gobierno nacional a realizar gestiones para obtener un operador del servicio.

Suez tiene presentado ante el tribunal del banco Mundial (CIADI) una demanda contra el Estado Argentino por 1.700 millones de dólares por supuesto perjuicio por la devaluación y pesificación de tarifas tras la crisis de 2002.

Consultados por DyN, voceros de Aguas Argentinas mantuvieron silencio y solo dijeron que los tomó por "sorpresa" el anuncio oficial, en tanto aguardaban disposiciones desde Francia.

Al formular el anuncio en la Casa de Gobierno, De Vido aseguró que Aguas Argentinas "no puede seguir al frente de la distribución de aguas".

"El Estado se ve obligado a rescindir el contrato por culpa del concesionario", al que acusó en peligro de poner "en peligro potencial" la salud de la población.

Seguir con la concesión, dijo De Vido en la Casa de Gobierno, "seria un acto de irresponsabilidad de la Nación".

De Vido admitió que Aguas Argentinas podría recurrir judicialmente ante la rescisión aunque, dijo, el Estado "responderá" ante una eventual querella.

"El Estado debe proteger al pueblo ante los abusos de los poderosos", sostuvo De Vido durante un duro discurso, en el que acusó a Aguas de cometer "graves irregularidades" por tiempo prolongado.

Entre otros puntos, señaló "Aguas Argentinas no implementó las medias para normalizar la situación en materia de nitratos", y agregó que la empresa no realizó las obras necesarias para que "el agua no esté contaminada".

La nueva empresa, cuya creación era inminente por la vía de un decreto, estará integrada en un 90 por ciento por el Estado Nacional y un 10 por ciento por los trabajadores a través del Programa de Propiedad Participada (PPP).

De Vido anunció que a través de la nueva empresa se realizarán obras de saneamiento por casi 144 millones de pesos.

La conferencia fue precedida por una reunión que encabezó el presidente Néstor Kirchner, con De Vido, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, el secretario de Obras Públicas, José López, el titular del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, y miembros del ente regulador (ETOSS).

Todos ellos ratificaron posteriormente el apoyo a la medida de gobierno.

Fuente: DYN