El presidente Jacques Chirac volvió ayer a salir de su mutismo para, por cuarta vez en una semana, defender al gobierno y a su delfín, el primer ministro Dominique De Villepin, quien de continuar con su intransigencia podría quedar enredado en la responsabilidad de esta situación, opinaron analistas.

Desde el comienzo de las manifestaciones contra el Contrato de Primer Empleo (CPE), el pasado 4 de marzo, el gobierno temía que se repitiera la situación de Malik Oussekine, un joven muerto por la brutal golpiza de los motociclistas de la policía en una manifestación de estudiantes contra una reforma en las universidades en 1986.

En aquella oportunidad, la muerte de Oussekine forzó el levantamiento del proyecto.

Según numerosos testigos, el militante Cyril Ferez de 39 años, quien no estaba participando en los disturbios e intentaba calmar a los exaltados de la CRS (policía antidisturbios), fue golpeado el sábado en la Plaza de Nation cuando acababa la manifestación y grupos de jóvenes enfrentaron a la policía e incendiaron automóviles.

Ferez, sindicalista de SUD-PTT continúa en coma por las heridas recibidas en el cráneo durante la feroz represión, ya que permaneció 20 minutos semi inconciente sin que los policías, que rodeaban el cuerpo, llamaran a una ambulancia y sólo fuera socorrido por los propios manifestantes.

La versión oficial sostiene que el manifestante estaba "totalmente ebrio" y "participaba de los disturbios", pero lo más curioso es que la tesis gubernamental sostiene que los golpes "pueden haberse producido por una caída debido a su borrachera".

Los primeros análisis sobre Ferez estiman que su grado de alcoholemia era muy elevado (2,79 gramos), en la investigación que ya abrió la policía.

Los bomberos (encargados de los servicios médicos en Francia) revelaron también que en tres oportunidades Ferez se negó a ser atendido, escapándose hasta que fue obligado a subirse en una ambulancia, y que recién en el hospital perdió el conocimiento entrando en coma en la medianoche del domingo.

El hombre fue identificado por sus compañeros por una serie de seis fotos que un fotógrafo de AFP saco en el momento en que era golpeado, lo que según los investigadores servirá para condenar a los culpables.

El último parte médico del hospital público Henri-Mondor indicó que "los numerosos traumatismos lo sumieron en un coma profundo. El estado neurológico, vital y funcional de Ferez es sumamente reservado".

La explicación dada por el Ministerio del Interior indignó a la intersindical, conformada por estudiantes y sindicalistas, que anoche anunció una jornada de acción con movilización nacional y huelga para el martes 28.

Hoy habrá nuevas manifestaciones de estudiantes en toda Francia, el jueves se repetirá la movilización pero solo en la capital, mientras que el martes 28 se realizara una jornada de acción organizada por sindicatos y estudiantes con una huelga general.

Las protestas, encabezadas por estudiantes y también por trabajadores, reclaman que se derogue esta ley que contempla el despido sin causa justificada en sus primeros dos años de trabajo.

Asimismo, se espera que De Villepin hable en las próximas horas con la prensa sobre el giro que dio la protesta social luego de reunirse con parlamentarios de su partido hostiles al Contrato de Primer Empleo (CPE).

Todos los diarios franceses resaltaron la noticia. Liberation tituló "La bravura de la Nation" haciendo un juego con la plaza donde ocurrió la represión, mientras que los conservadores Le Monde y Le Figaro le otorgaron un amplio espacio a la noticia, resaltando la responsabilidad policial.

El ministro del interior, Nicolás Sarkozy, principal candidato de la derecha, teme por los efectos que podría tener esta crisis en sus no ocultas y desmedidas ambiciones presidenciales.

En estos momentos, los medios galos no paran de repetir la consigna que Sarkozy le dio a los policías: "No con los verdaderos manifestantes, lo mas severo posible con los verdaderos delincuentes" y se preguntan si la policía esta preparada para diferenciar realmente esas dos categorías en las movilizaciones.

Los analistas políticos estiman que esta inédita crisis podría arrastrar a la plana mayor del gobierno a una renuncia anticipada, lo que adelantaría las elecciones previstas para mayo del 2007.

Según las nuevas encuestas conocidas en las últimas horas, cada vez son mas los franceses que rechazan el controvertido CPE (71 por ciento, contra 68 por ciento de hace cinco días y el 55 por ciento hace dos semanas).