Mar 16.05.2006

14:17  › CRíMENES DE SACERDOTES DURANTE LA DICTADURA MILITAR

El represor Luciano Menéndez declarará en La Rioja

El represor Luciano Benjamín Menéndez será indagado hoy por la justicia federal riojana, en el marco de la investigación por los crímenes de sacerdotes durante la dictadura militar.

El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército está imputado en la causa por el asesinato del ex obispo riojano Enrique Angelelli y de los curas de Chamical, Carlos Murias y Gabriel Longueville.

Además, Menéndez se encuentra imputado en numerosas causas penales por crímenes de lesa humanidad, pero goza del beneficio de cumplir prisión domiciliaria.

La causa es investigada por la fiscal federal de Primera Instancia de Córdoba, Graciela López de Filoniuk, y el fiscal general ante la Cámara Federal de Córdoba, Alberto Lazada, quienes participarían del paso procesal a cumplirse desde las 10 de esta mañana en el Juzgado Federal local, precisaron las fuentes.

En el interrogatorio tendrá importancia la documentación secuestrada en allanamientos realizados en diciembre del año pasado y en marzo del corriente en la delegación local de la Policía Federal, en el Servicio Penitenciario Provincial, en la Base Aérea de Chamical y en el Escuadrón 24 de Gendarmería Nacional, con asiento en la ciudad de Chilecito.

El ex obispo fue asesinado el 4 de agosto de 1976 cuando regresaba desde Chamical a bordo de una camioneta. Había participado del sepelio de los sacerdotes Murias y Longueville, también asesinados.

Angelelli viajaba acompañado por el presbítero Arturo Pinto y la justicia había podido establecer en primera instancia que llevaba carpetas con supuestas pruebas respecto del homicidio de los curas.

Tras volcar la camioneta luego de escucharse una explosión, la justicia local señaló que el cuerpo de monseñor Angelelli fue arrancado del habitáculo y arrastrado hacia la ruta, lo que permitiría inferir la intervención posterior al hecho de sus autores, y que la camioneta presentaba una goma desinflada, cuya cámara tenía un corte de unos trece centímetros, lo que no habría sido la causa del vuelco.

En ese momento la justicia determinó que la muerte de Angelelli "no obedeció a un accidente de tránsito, sino a un homicidio fríamente premeditado y esperado por la víctima" y que, al parecer, el monseñor fue rematado con golpes asestados en la nuca y el cadáver fue colocado sobre la ruta con los brazos en cruz.

Fuente: Télam

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