El llamado a paro fue adherido por unos 250 colegios municipalizados y de subvención estatal de todas las ciudades de Chile, además una decena de establecimientos privados que se sumaron solidariamente a última hora. Entre ellos se encuentra el colegio "La Girouette", donde estudia la hija de la presidenta Michelle Bachelet, Sofía Henríquez.

Los primeros informes señalan que unos 400.000 estudiantes, más profesores y personal asistente se encontraban movilizados. Los escolares fueron convocados a asistir a sus colegios y liceos, pero no entrar a clases para desarrollar en los patios asambleas masivas y jornadas de reflexión acerca de la calidad de la enseñanza pública chilena.

En Santiago no hay convocado ningún acto central ni marcha, aunque un fuerte contingente policial resguardaba las instalaciones del Ministerio de Educación, en el centro de la capital, donde en las últimas semanas se han concentrado las protestas callejeras.

No obstante en otras ciudades, como en Concepción, Temuco y Puerto Montt, en el sur del país, los estudiantes tienen previsto realizar marchas. La paralización de las actividades, apoyada por federaciones de estudiantes universitarios y el gremio de profesores, se suma a la "ocupación" ilegal en que se mantiene desde hace más de 10 días un centenar de colegios de Santiago.

La masiva protesta obligó a la presidenta Bachelet a convocar de emergencia este martes a un "comité político extraordinario", con algunos de sus ministros, en el palacio presidencial de La Moneda. Los estudiantes secundarios exigen una profunda reforma a la educación pública chilena, que muestra magros indicadores de calidad y una alarmante distancia frente a los establecimientos privados. Los escolares piden además la gratuidad de un pase escolar para el trasporte público y de una prueba de selección para el ingreso a las universidades.

Fuente: AFP