En los últimos años, en los que vivió la mayor parte del tiempo en Nueva York, Fallaci había atraído la atención internacional especialmente por sus duras críticas al islamismo radical.

Fallaci, quien llevaba varios años padeciendo de cáncer, se había dado a conocer primero con reportajes de guerra y entrevistas espectaculares, por ejemplo sobre la Guerra de Vietnam, la guerra civil en Líbano y la Guerra del Golfo (1991).

Entre sus entrevistas destaca la que le hizo en 1972 al entonces emperador etíope Haile Selassie, pero también fueron sonadas las que hizo al líder palestino Yassir Arafat, al ex secretario de Estado Henry Kissinger y a la que fue presidenta de la India India Gandhi.

Durante una entrevista con el ayatolá Jomeini, Fallaci le llamó "tirano" y se quitó su chador delante de él.

Sus reportajes fueron publicados por los grandes medios del mundo, como el "Times" de Londres, "Life" y el "New York Times Magazine" o "Le Nouvelle Observateur", entre otros.

El libro que escribió sobre el poeta y opositor antidictatorial griego Alekos Panagoulis, que apareció en 1974 con el título "Un hombre", se convirtió en un "bestseller" mundial. En 1975, cuando el debate en Italia sobre el aborto estaba en su apogeo, publicó su libro "Carta a un niño que nunca nació".

En los últimos años, Fallaci escribía casi exclusivamente sobre el islamismo radical, el terrorismo y la actitud, a su juicio laxa, de Occidente ante esos fenómenos. Sus últimos libros fueron "La rabia y el orgullo" (2001) y la "Fuerza de la razón" (2004), descalificados por muchos críticos como meros "ataques verbales".

A principios de año volvió a causar revuelo al afirmar que estaba trabajando en una seria de viñetas en las que se caricaturizaba al profeta Mahoma.

El ex presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi describió su vida como "un ejemplo de coraje".

Fallaci solía definirse como atea, pero en los últimos años de su vida se sintió cada vez más ligada a la Iglesia Católica Romana. En agosto pasado expresó su admiración por el papa Benedicto XVI, a quien conoció en agosto pasado.

Su familia ha pedido celebrar un funeral en la estricta intimidad.

Fuente: DPA