Mié 08.11.2006

21:12  › G.W.B. SEPARó DE SU CARGO AL SECRETARIO DE DEFENSA

Donald Rumsfeld afuera

El presidente estadounidense George W. Bush relevó el miércoles al polémico secretario de Defensa Donald Rumsfeld, horas después de que su partido Republicano sufriera una fuerte derrota electoral y perdiera el control de la Cámara de Representantes a manos de la oposición demócrata.

Las elecciones legislativas del martes, influenciadas por el descontento de la marcha de la guerra en Irak y la economía, dejaron al presidente en una situación poco confortable de cara a sus dos últimos años de gobierno, al perder la mayoría en una Cámara, situación que podría repetirse en el Senado.

Por primera vez desde 1994, la oposición logró la mayoría en la Cámara de Representantes, al arrebatarle unos 30 escaños a sus rivales, aprovechando la impopularidad del presidente y su gestión de la guerra en Irak, donde fallecieron más de 2.800 soldados estadounidenses desde 2003.

Los resultados finales del Senado están pendientes de Virginia (este). Allí el demócrata Jim Webb lleva una ventaja de 8.000 votos sobre el republicano George Allen, que tenía aspiraciones presidenciales.

Si los demócratas ganan la banca en juego en ese Estado, se harán con el control de esa Cámara el sumar 49 escaños, más los dos independientes allegados a ese partido, frente a 49 republicanos.

En conferencia de prensa en la Casa Blanca, Bush reconoció que la derrota electoral se debió a la frustración de los estadounidenses por la falta de progresos en Irak.

"Sé que se especula mucho sobre lo que representan las elecciones en relación con la lucha que conducimos en Irak. (...) Reconozco que muchos estadounidenses votaron (...) para manifestar su descontento con la falta de progresos hechos en ese terreno", añadió.

Al tiempo de anunciar la salida de Rumsfeld del Pentágono --cargo que ocupaba desde 2001 y desde el cual había sido responsable de la invasión de Afganistán primero e Irak después-- Bush confirmó la designación en la cartera militar del ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Robert Gates .

"Bob Gates brindará una perspectiva fresca y una buena capacidad de gestión", declaró el mandatario. "Es un sólido líder que puede contribuir a hacer los ajustes necesarios en nuestro enfoque para enfrentar los actuales desafíos".

Bush dijo que se reunió con Gates, quien condujo la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de 1991 a 1993 -- durante la administración presidencial de su padre George Bush-- el domingo anterior a las elecciones para conversar sobre el nombramiento.

"Como cabeza del partido republicano, comparto gran parte de la responsabilidad", de la derrota, admitió Bush quien dijo estar "decepcionado con el resultado de la elección".

En la conferencia de prensa tras las elecciones, el mandatario subrayó que tenía plena confianza en el vicepresidente Dick Cheney y que éste permanecerá en el cargo hasta enero de 2009.

"Sí, seguirá en su cargo", respondió Bush a los periodistas que le interrogaron si Cheney continuaría en su cargo hasta el final de su mandato.

La demócrata de California Nancy Pelosi, que debería asumir la presidencia de la Cámara baja, ya adelantó que iba a trabajar por un cambio en Irak antes de que los electores renueven en 2008 otra vez la totalidad de los 435 escaños de la Cámara.

"Continuar (con la política actual) no ha hecho a nuestro país más seguro, no ha honrado nuestro compromiso con nuestros soldados y no ha reforzado la estabilidad en la región (Oriente Medio)", afirmó la dirigenta demócrata que lideraba hasta ahora la oposición en la Cámara alta.

Las elecciones también permitieron a la senadora demócrata Hillary Clinton lograr la reelección en el Estado de Nueva York con el 70% de los votos, un resultado que consolidó sus aspiraciones presidenciales para 2008.

La oleada demócrata no se limitó a la Cámara de Representantes. La oposición ganó seis nuevos gobernadores, con lo que tendrá mayoría en los gobiernos de los 50 estados por primera vez en 12 años.

El gobernador hispano de Nuevo México, Bill Richardson, logró la reelección con casi el 70% de los votos. Estos resultados también podrían reforzar sus intenciones de presentarse a las primarias demócratas para las próximas elecciones presidenciales.

En estos comicios, los republicanos dilapidaron el capital que había logrado Bush en la comunidad hispana, la minoría más importante del país con 42,7 millones de personas y con un peso electoral determinante en Estados que pueden ser clave en 2008 como Florida, Nuevo México o Arizona.

El 73% de los electores hispanos apoyaron candidatos demócratas al Congreso y sólo un 26% optó por respaldar a los republicanos, muy por debajo del 40% que había alcanzado Bush en las elecciones presidenciales de 2004, según una encuesta a boca de urna del canal noticioso CNN.

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