"Este acuerdo nos fortalece en este proceso de cambios", dijo el presidente boliviano, Evo Morales, tras firmar el documento con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva.

El acuerdo se logró tras arduas negociaciones que se iniciaron ayer, en las que impuso una negociación al máximo nivel político, cuando Brasil insistía en discutir el precio del gas en el nivel técnico entre las petroleras de ambos países.

Morales se comprometió además, según informó la estatal Agencia Brasil, a que "nunca faltará gas para Brasil", poniendo fin así a las tensas relaciones entre los dos países en los últimos meses.

La tensión se desató luego de la nacionalización de las hidrocarburos bolivianos, que afectó especialmente a Petrobras, la principal inversora extranjera en Bolivia.

Por su parte, Lula se anticipó a posibles críticas internas por el reajuste del precio del gas boliviano y dijo, junto a Morales, que Brasil tiene que ser "generoso" en los acuerdos bilaterales con los países de Sudamérica.

"No somos los imperialistas que algunos dicen que somos; no somos hegemónicos, como algunos quieren que seamos", afirmó el mandatario brasileño, citado por la agencia paulista Estado.

Lula le pidió a Evo, tal como lo llamó, que no olvidase que antes de que ambos llegaran a las presidencias de sus países eran "compañeros sindicalistas", pero advirtió que el gobierno de Brasil no siempre podrá atender todos sus reclamos.

"Reconozco públicamente la justicia de las demandas bolivianas para mejorar la vida de su pueblo, pero no siempre podremos atender esos reclamos, porque tenemos que actuar como jefes de Estado", afirmó.

Brasil paga por el gas que compra a Bolivia 1.260 millones de dólares anuales, pero el reajuste acordado está lejos de los cinto dólares por millón de BTU (unidades térmicas británicas) que reclamaba Morales para equipararlo al precio que aceptó abonar la Argentina.

Petrobras pagará entre tres y seis por ciento más por una parte de los 27 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano que supere un valor calórico mínimo previsto en el contrato de provisión a San Pablo, lo que en la práctica significará para Brasil un gasto adicional de alrededor de 100 millones de dólares.

Otros 44 millones de dólares adicionales obtuvo Bolivia por 1,2 millón de metros cúbicos diarios de gas que provee a Cuiabá, en el estado de Mato Grosso, en el centroeste brasileño, los que pasaron de 1,09 dólar el millón de BTU a 4,20 dólares.

Por su parte, el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, explicó que la "nueva fase de cooperación energética" con Brasil comenzará después del 15 de marzo, cuando entren en vigencia los nuevos contratos post nacionalización entre Bolivia y Petrobras.

Afirmó que Bolivia garantiza la estabilidad jurídica de los contratos con Petrobras, "para agilizar inversiones conjuntas por 3.000 millones de dólares entre 2007 y 2010", con lo que planteó dar fin al congelamiento de ese rubro dispuesto por la empresa brasileña luego de la nacionalización del 1 de mayo de 2006.

Por eso Lula prometió, según informó la BBC de Londres, que "estudiará nuevas inversiones en Bolivia", que consistirán en una central hidroeléctrica binacional en la zona fronteriza del río Madera, una central de biodiesel financiada por Petrobras en suelo boliviano y un polo de producción gas-químico.

Además, el mandatario afirmó: "Tomamos la decisión de eliminar todas las trabas para que Brasil pueda absorber las importaciones bolivianas que están amenazadas por el corte de las preferencias comerciales hoy ofrecidas por los países desarrollados", especialmente Estados Unidos.

En concreto, Lula prometió eliminar los aranceles sobre productos importados de Bolivia, especialmente textiles y vestimentas, y dijo que propondrá a sus socios del Mercosur que tomen la misma disposición.

"Brasil va a proponer en el ámbito del Mercosur la eliminación total de las tarifas a los productos bolivianos, abriendo camino al ingreso de Bolivia como miembro pleno del bloque", afirmó.

Fuente: Télam